Es el momento de tomar medidas sobre la sostenibilidad de los edificios públicos
Los edificios públicos, como escuelas, hospitales, teatros, centros deportivos y edificios que acogen servicios públicos, consumen grandes cantidades de energía y emiten dióxido de carbono. Muchos de esos edificios se deben sustituir o adaptar para satisfacer las necesidades actuales y futuras, así como cumplir las normas de seguridad. La descarbonización de los edificios del sector público conlleva la reducción de las emisiones, fundamentalmente mediante la mejora de la eficiencia energética y el uso de fuentes de energía renovables. Sin embargo, las inversiones en energía sostenible para edificios públicos a corto, medio y largo plazo se han visto obstaculizadas por el hecho de que, a menudo, la gestión inmobiliaria a largo plazo en el sector público es insuficiente. Además, las decisiones sobre la adquisición, posesión, utilización y disposición de los edificios se suelen tomar «ad hoc».
Hacia edificios públicos climáticamente neutros
A fin de solventar dichas limitaciones en materia de edificios públicos, el proyecto SURE2050, financiado con fondos europeos, propuso un plan estratégico inmobiliario para edificios públicos en la región de Flandes (Bélgica). La idea era definir qué edificios se utilizarían a largo plazo, a fin de invertir en los edificios adecuados y elaborar una estrategia de renovación para lograr que fuesen climáticamente neutros. También resultó importante pasar de una toma de decisiones «ad hoc» sobre los edificios públicos, a una gestión inmobiliaria proactiva y sostenible. El proyecto aunó a ciudades y municipios flamencos, así como al Gobierno de la región, en lo que constituye un paso fundamental para abordar el cambio climático. Para el Gobierno resultó importante ser el protagonista, ya que fue un ejemplo ante los ciudadanos sobre la importancia de tener edificios sostenibles. Los edificios públicos sostenibles tienen más ventajas que únicamente rebajar las facturas de mantenimiento y energía. «En la actualidad, los edificios públicos son multifuncionales, al ofrecer algo más que un lugar de reuniones, por lo tanto, es importante garantizar unas condiciones climáticas interiores saludables —subraya la coordinadora del proyecto Tina Van Lierde—. Debemos avanzar hacia un parque inmobiliario más pequeño, más eficiente y preparado para el futuro».
Metodología para lograr una gestión sostenible de los inmuebles públicos
Para convertir la visión sobre edificios públicos sostenibles en planes de inversión viables, el equipo del proyecto SURE2050 elaboró una metodología que ayudó a las entidades públicas a establecer estrategias inmobiliarias. A través de una serie de plantillas y herramientas, así como formaciones, el proyecto se propuso poner en práctica la gestión de inmuebles públicos. Muchos de los edificios públicos actuales requieren una renovación en profundidad para lograr los objetivos energéticos y climáticos. Eso exige una gran inversión, pero los presupuestos públicos son limitados. No obstante, dentro del parque inmobiliario actual, también existe un gran potencial para encontrar recursos adecuados y aplicar ahorros en materia de costes. El primer paso consiste en seleccionar los edificios adecuados para realizar la inversión. El alcance de la gestión sostenible de inmuebles públicos (SPREM, por sus siglas en inglés), va más allá de la eficiencia energética en los edificios. Abarca otros aspectos diversos, como energías renovables locales, adaptación al cambio climático, movilidad, circularidad, instalaciones multifuncionales para usuarios múltiples y la participación ciudadana.
Los desafíos y el camino a seguir
El consorcio afrontó diversos desafíos, como la falta de recursos internos en municipios (personas y presupuesto), y restricciones horarias de los participantes para trabajar en la gestión sostenible de inmuebles públicos. Las limitadas oportunidades de financiación y las inversiones de los municipios fueron uno de los grandes obstáculos durante la consecución de los objetivos del proyecto. Sin embargo, el proyecto SURE2050 se convirtió en un concepto valioso para entidades públicas e impulsó la concienciación sobre los desafíos, así como el camino a seguir. Los participantes comprendieron la necesidad y el valor añadido de la SPREM. Asimismo, ello se reconoció a nivel político, donde el proyecto pudo demostrar que una estrategia inmobiliaria es un requisito previo a fin de lograr los objetivos de sostenibilidad y energéticos para la cartera de edificios públicos. Ahora, tras el proyecto SURE2050, existe la obligación de tener una estrategia inmobiliaria real para finales de 2023 en el ámbito regional flamenco. Para los municipios, ello forma parte del pacto local energético y climático suscrito por la mayoría de los municipios.
Palabras clave
SURE2050, edificio público, gestión inmobiliaria, municipios, sostenibilidad, descarbonización
