Considerar las implicaciones sociales de las nuevas tecnologías táctiles
Una nueva oleada de tecnologías avanzadas trata de incorporar plenamente el sentido del tacto a la comunicación digital, más allá de utilizar las pantallas táctiles para activar los dispositivos digitales. Tal como explica Carey Jewitt, coordinadora del proyecto IN-TOUCH, del University College de Londres (Reino Unido): «Esto incluye, por ejemplo, dispositivos táctiles ponibles —como pulseras, anillos y camisetas— que nos permiten comunicarnos o abrazar a nuestros seres queridos a distancia. También se están construyendo sistemas de realidad virtual, que permiten tocar a distancia como parte del ocio o el aprendizaje, y robótica táctil para la atención sanitaria y el trabajo».
Abrazar nuevas posibilidades
Sin embargo, para crear experiencias táctiles digitales significativas, los desarrolladores de tecnología deben comprender mejor lo que la gente necesita y siente de verdad. Jewitt también señala que se ha investigado muy poco sobre lo que el tacto digital podría significar realmente para la sociedad. «¿Cómo sería abrazar a distancia? –se pregunta–. La complejidad del tacto requiere aportaciones de las investigaciones sociales, lo que plantea el reto de desarrollar una investigación colaborativa sobre el tacto». Por lo tanto, el objetivo de IN-TOUCH era incorporar los conocimientos sociales al desarrollo de estas tecnologías táctiles de próxima generación en una fase inicial y de forma más completa. El proyecto pretendía lograr una comprensión más profunda del carácter social del tacto —ya que en él median las tecnologías digitales—, así como de sus consecuencias y efectos en la comunicación humana.
Nuevo terreno digital
El equipo del proyecto, que contó con el apoyo del Consejo Europeo de Investigación, comenzó trazando un mapa de este terreno digital tan cambiante y complejo. «Para gestionar esta complejidad cambiante, nos centramos en doce tecnologías digitales táctiles específicas que se están desarrollando o utilizando en contextos sociales en los que el tacto es realmente importante –añade Jewitt–. Por ejemplo, los dispositivos táctiles digitales que se están desarrollando para la comunicación personal a distancia, el uso de dispositivos con biosensores para la vigilancia de bebés que dan forma al contacto físico entre progenitores y bebés en el hogar y el uso de robots táctiles en lugares de trabajo industriales». Para acceder a las experiencias táctiles de las personas, además de estudiar su interacción con los dispositivos prototipo, el equipo del proyecto creó entornos de investigación participativos. Estos incluyeron la colaboración con artistas para preparar una exposición, rodar cortometrajes, organizar un espectáculo y obra sonora en línea. Jewitt y su equipo descubrieron que, en lo que respecta al tacto, los usuarios solían recurrir a experiencias de recuerdos, imaginación y metáforas táctiles, y mostraron cómo el mundo digital está cambiando fundamentalmente lo que «se considera tacto». El equipo del proyecto también colaboró con ingenieros, informáticos teóricos y diseñadores para describir, explorar y analizar de manera crítica el potencial comunicativo y las consecuencias sociales del tacto digital.
La dimensión social del tacto
Gracias a la recopilación y transmisión de estos conocimientos, el proyecto IN-TOUCH ha ayudado a situar la dimensión social del tacto digital en un primer plano. Anticiparse a los posibles problemas sociales y a las preocupaciones de los usuarios desde el principio puede ayudar a los diseñadores a evitar problemas más adelante. De hecho, Jewitt y su equipo esperan que el trabajo del proyecto contribuya a poner en marcha una agenda más fundamentada socialmente y orientada al usuario en los ámbitos de la investigación y el diseño del tacto digital. Con esto en mente, el equipo de IN-TOUCH ha creado un juego de herramientas cuyo objetivo es ayudar a los diseñadores a situar el tacto en el centro de su investigación sobre el diseño y a pensar realmente en las necesidades del usuario final. «El proyecto también ha generado numerosos artículos, muchos de los cuales se publican en revistas de informática para dirigirse directamente a quienes diseñan nuestros futuros táctiles digitales –señala Jewitt–. En la actualidad, también estamos escribiendo un libro del proyecto en el que se defenderá el compromiso pleno con el significado social del tacto y su futuro mediado digitalmente».
Palabras clave
IN-TOUCH, digital, tacto, comunicación, robótica, dispositivos ponibles, realidad virtual
