Unas gafas inteligentes ayudan a las personas mayores a ver mejor
La salud de los ojos y la visión cambian con el tiempo. Por este motivo, los adultos mayores de cuarenta años tienen más probabilidades de leer la letra pequeña con los ojos entrecerrados o de sostener los libros con el brazo extendido. Si bien es habitual que la agudeza visual disminuya con la edad, no es inevitable. La tecnología puede ser de ayuda. En el proyecto See Far, financiado con fondos europeos, se ha creado un par de gafas sin igual. Desde el componente de realidad aumentada al sistema de navegación integrado y las lentes de visualización, la tecnología que hay detrás de estas gafas inteligentes es avanzada. Ramón González Carvajal, coordinador del proyecto explicó: «Las gafas de See Far constituyen una plataforma que permite hacer el seguimiento de un gran número de parámetros del usuario a partir del análisis de las cámaras de seguimiento ocular. Al combinar esta información con los datos de la discapacidad visual del usuario y algoritmos de inteligencia artificial, se puede aconsejar al usuario sobre distintos aspectos que van desde la dieta y hábitos saludables hasta la forma de utilizar las gafas». También poseen un oftalmoscopio portátil que permite hacer un seguimiento de la patología ocular y adaptar las ayudas visuales a la realidad de cada usuario. Las gafas han sido concebidas para capacitar a los adultos mayores para que disfruten de una exploración más segura de los entornos interiores y exteriores. Además, dado que las personas viven más tiempo, muchas todavía siguen trabajando mucho más allá de la edad de jubilación convencional. Este hecho pone el foco en la tecnología de mejora de la visión, ya que la pérdida de visión entre las personas mayores es un importante problema de salud. Se trata de un aspecto que guarda relación con la misión del proyecto: ayudar a la población activa de Europa con deficiencia visual durante el envejecimiento. Además, su innovación es de bajo coste y discreta. Contribuye asimismo a elementos fundamentales de salud física (al minimizar el riesgo de caídas, la astenopía acomodativa y la fatiga ocular), ergonomía (al promover intervenciones para crear un entorno de trabajo seguro) y tecnología (tecnologías de la información y de las comunicaciones, o TIC, que ayudan a los usuarios a realizar actividades cotidianas).
Mejoras basadas en la respuesta de los usuarios
Si bien la parte más compleja de la fase de desarrollo ya ha finalizado, quedan algunos pasos más (en términos de trabajo de ingeniería y de diseño) para comercializar las gafas. Carvajal explicó: «Las gafas requieren un mayor desarrollo a fin de llegar al mercado. En primer lugar, deberíamos reducir su tamaño y consumo eléctrico. Además, aumentar la precisión de algunas cámaras mejoraría la experiencia del usuario. Y, por último, mejorar la integración de los componentes facilitaría una reducción del tamaño». Estas cuestiones de diseño provienen de las pruebas. Las reacciones fueron muy alentadoras. Según Carvajal, los usuarios ven mucho potencial en las gafas y propusieron mejoras. «Los usuarios encuentran útiles muchas de las ayudas visuales, en particular el aumento ―comenta―. Además, creen que debería reducirse el tamaño de las gafas».
En busca de estrategias para mantener activas a las personas mayores
La ambición de See Far concuerda con las propuestas de la Comisión Europea para adoptar un enfoque del ciclo de vida basado en el envejecimiento saludable y el aprendizaje a lo largo de la vida. Existe demanda de más innovaciones basadas en las TIC (herramientas basadas en la inteligencia artificial para abordar los desafíos que afrontan las personas mayores y su empleadores) para contribuir a aumentar la productividad, la satisfacción personal y laboral y la inclusión de las personas mayores en el mercado laboral. See Far está en consonancia con las nuevas tecnologías que permiten la creación de dispositivos y gafas inteligentes, los cuales facilitarán la adaptación de los pacientes a su entorno de trabajo. Aunque el proyecto See Far finalizó en mayo de 2022, se sigue trabajando en el desarrollo de las gafas inteligentes. Carvajal declaró: «Durante el proyecto, se ha demostrado que las gafas no son solo una solución para el problema que nos ocupa, sino también un plataforma de desarrollo para futuros proyectos. Por lo tanto, también analizaremos el potencial de las gafas para abordar nuevos proyectos que impliquen el diagnóstico de patologías».
Palabras clave
See Far, gafas, visión, trabajo, envejecimiento, ayudas, sensores
