Leerlo todo sobre un tema: un juego de herramientas para una comunicación científica de calidad
Los medios digitales han abierto un flujo de información multidireccional en la comunicación científica. Los ciudadanos tienen un mayor acceso a la ciencia, de fuentes cada vez más diversas. Esta conectividad podría suscitar mayores niveles de colaboración entre la ciencia y la sociedad, pero también plantea riesgos en cuanto a la calidad de la información que se comparte. En este contexto, el proyecto financiado con fondos europeos QUEST (QUality and Effectiveness in Science and Technology communication) investigó la calidad de todo el ecosistema de la comunicación científica; desde los científicos y las partes interesadas de la investigación y la innovación, pasando por el periodismo tradicional, las redes sociales y los museos, hasta el compromiso con los responsables políticos y la ciudadanía. QUEST se centró en tres ámbitos: el cambio climático, las vacunas y la inteligencia artificial. El objetivo final era ofrecer a la ciudadanía una comunicación más eficaz y fiable sobre temas científicos que, en general, tienen una repercusión significativa en su vida cotidiana. «Se trata de ayudar a los científicos a lidiar con la complejidad e incertidumbre de la ciencia cuando se comunican directamente con el público en general —explica Alessandra Fornetti, directora ejecutiva del Programa TEN sobre Sostenibilidad de la Universidad Internacional de Venecia (Italia)—. También implica respaldar la participación real de los ciudadanos en el debate científico».
Creación de la comunidad de QUEST
Los socios de QUEST comenzaron con una investigación documental, respaldada por entrevistas. A continuación, el equipo organizó una serie de seminarios y grupos de discusión con las partes interesadas en la comunicación científica. Para ello se invitó a profesionales de instituciones científicas como la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en inglés) y a profesionales de los medios de comunicación de la BBC y de asociaciones de periodistas científicos. Este trabajo dio lugar a una serie de informes sobre la teoría y la práctica de la comunicación científica en Europa. El proyecto también elaboró un plan de estudios sobre periodismo científico, así como recomendaciones políticas para un periodismo científico de calidad. Estos hallazgos, junto con los resultados de las actividades de codiseño, se incorporaron a una serie de juegos de herramientas cocreados para ayudar a los científicos, periodistas, monitores de museos y gestores de redes sociales a comunicar mejor la ciencia.
Codesarrollo de herramientas de comunicación científica
Los juegos de herramientas se basaron en doce indicadores de calidad del periodismo científico, los cuales incluyen valores basados en la fiabilidad, la presentación y el estilo, así como la conexión con la sociedad. Estos proporcionan indicadores clave del rendimiento (KPI, por sus siglas en inglés) para medir y evaluar la calidad de la comunicación científica, algo que no existía antes. Uno de los juegos de herramientas más populares que se cocrearon fue la lista de verificación para científicos, con clases para ayudarles a elaborar y perfeccionar su mensaje y transmitirlo eficazmente al público. Otros incluyen un manual de escritura científica para conservadores de museos, una lista de verificación para comunicadores científicos que se mueven por el mundo de las redes sociales y explicaciones y sugerencias que abarcan conceptos científicos y estadísticos para periodistas. «La investigación de QUEST, con sus resultados y publicaciones, ha contribuido significativamente al debate académico e interdisciplinario sobre la comunicación científica actual en Europa», declara Fornetti.
Intercambio de mejores prácticas en todo el mundo
El equipo de QUEST también creó un pódcast para hablar de sus conclusiones, con seis episodios que abarcan diversos temas científicos. «Cada uno de nosotros, como ciudadano, tiene la oportunidad de escuchar a investigadores y comunicadores científicos, principalmente mujeres, que se enfrentan a los desafíos actuales de la ciencia y de la propia comunicación científica», señala Fornetti. El equipo creó una red en línea para compartir sus hallazgos, con un sitio web del proyecto para alojar los materiales, boletines informativos de QUEST con más de cuatrocientos suscriptores y presencia en las redes sociales con más de dos mil trescientos seguidores. «Estamos orgullosos del interés que sigue despertando el proyecto, sobre todo los juegos de herramientas, en instituciones, partes interesadas y países que no formaban parte del proyecto —añade Fornetti—. Entre estos también figuran países de fuera de Europa, en particular, de África». Los resultados del proyecto QUEST formarán parte del nuevo Centro Europeo de Competencias para la Comunicación Científica, en el marco del próximo proyecto COALESCE, financiado con fondos europeos.
Palabras clave
QUEST, comunicación científica, juegos de herramientas, investigación, cambio climático, inteligencia artificial, vacunas, calidad