Las instituciones culturales y educativas como instrumentos de gobernanza de la diversidad cultural
El cambio en los patrones migratorios ha propiciado el aumento de una población migrante urbana que está vinculada a nivel transnacional y diferenciada desde el punto de vista socioeconómico. Este contexto exige nuevos planteamientos para los modelos de gobernanza de la diversidad cultural. En el proyecto HubCities, que se llevó a cabo con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, se ha comparado la gobernanza de la diversidad urbana en Doha y Singapur, centrándose sobre todo en las políticas de cultura y educación superior. El estudio ha producido un amplio corpus de datos sobre la gobernanza de la cultura y la enseñanza superior en Doha y Singapur ante la crisis de la COVID-19, así como sobre las cuestiones y controversias surgidas en torno a la gestión de las diversidades de estas ciudades.
Una comparación entre Singapur y Doha en materia de gobernanza de la diversidad cultural
Ambos modelos de gobernanza suelen considerarse antagónicos porque Singapur se presenta como un modelo multicultural que reconoce y promueve de manera oficial las identidades específicas de los tres principales grupos étnicos de la población (chinos, malayos e indios), mientras que Doha mantiene un discurso unitario, que subraya la unidad de la población catarí. «En ambas ciudades, sorprendentemente, ha surgido una tendencia convergente encaminada a reconocer mejor la complejidad y diversidad de la población nacional. A ello se han sumado crecientes inversiones en la economía del conocimiento, lo que ha propiciado la creación de nuevas instituciones culturales y de enseñanza superior», señala Jérémie Molho, coordinador del proyecto. Incluso cuando estas estrategias culturales se vieron gravemente amenazadas por la irrupción de la pandemia de COVID-19, la resiliencia emergió como una palabra fundamental en el discurso de la política cultural. A su vez, en el proyecto HubCities se ha demostrado que, a pesar del creciente reconocimiento de la diversidad de la población nacional, ambas ciudades están marcadas por diversas formas de exclusión de la población inmigrante. Los inmigrantes representan respectivamente el 35 % y el 95 % de la mano de obra de Singapur y Doha, y la mayoría poseen permisos temporales. Esta situación se hizo especialmente patente durante la pandemia de COVID-19, lo cual provocó el cierre de fronteras y restricciones a la movilidad, sobre todo de los inmigrantes temporales. «En ambas ciudades, los inmigrantes se han ido concentrando cada vez más en diferentes enclaves urbanos, y se han instalado en entornos superpoblados cuya vulnerabilidad se puso de manifiesto cuando estalló la pandemia», señala Molho. Así lo demuestran los vídeos de su investigación, incluidos en el proyecto Migrant Lives in Pandemic Times, que pueden consultarse aquí y aquí.
Aprender de las diversas experiencias para crear espacios urbanos de convivencia
El equipo de HubCities identificó la coexistencia de marcos compartimentados de gestión de la diversidad, que corresponden a diferentes agentes políticos, valores y redes transnacionales. El primero se dirige a la mayoría de los ciudadanos locales con un discurso nacional sencillo y establece categorías de grupos culturales diferenciados que coexisten de manera pacífica. El segundo se dirige a las élites culturales locales y configura una narrativa nacional más inclusiva y sofisticada. El tercero se dirige a los inmigrantes altamente cualificados y promueve la ciudad como un lugar inteligente y creativo. El último se dirige a los inmigrantes poco cualificados, a quienes se excluye y califica de personas en tránsito. Asimismo, dicha compartimentación se proyecta en el espacio urbano. La yuxtaposición del análisis de los distintos marcos revela fricciones temáticas que pueden surgir de diferentes metodologías. Estos aspectos fundamentales constituyen el núcleo del curso en línea masivo y abierto Governing Diverse Cities in Europe and Asia.
Palabras clave
HubCities, diversidad cultural, gobernanza, Doha, Singapur, política cultural, globalización, xenofobia, racismo
