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¿Trabajar en una oficina es malo para la salud?

Según una nueva investigación, el tiempo que se tarda en llegar al trabajo puede dar lugar a comportamientos poco saludables.

Investigación fundamental icon Investigación fundamental

Cada vez son más los empleados que regresan a la oficina. Los beneficios son obvios, pero puede haber un efecto negativo en todo esto y está relacionado con la distancia y la ubicación de la oficina respecto a casa. Un equipo de investigación de la Universidad de Estocolmo descubrió que un desplazamiento largo está asociado a problemas de salud adversos, como menos actividad física, sobrepeso y problemas de sueño. Los resultados se publicaron en la revista «Occupational & Environmental Medicine». Los investigadores utilizaron datos de un estudio previo sobre el entorno laboral y la salud. A continuación, evaluaron las respuestas de unas trece mil personas de entre dieciséis y sesenta y cuatro años sobre cuestiones como el estilo de vida, la profesión, el estrés laboral y los problemas de salud preexistentes.

La ubicación lo es todo

Los resultados mostraron que los desplazamientos de más de tres kilómetros estaban relacionados con la inactividad física, el sobrepeso y la mala calidad del sueño. Las personas que dedicaban más de cinco horas semanales a desplazarse a la oficina y trabajaban más de cuarenta horas tenían más probabilidades de tener problemas de sueño y ser físicamente inactivas que si dedicaban entre una y cinco horas a dichos desplazamientos. Tal y como declaró la autora principal del estudio, la doctora Jaana Halonen, a Reuters: «Los problemas de sueño pueden deberse a la falta de tiempo para realizar actividades relajantes que liberan del estrés. También es posible que la gente esté demasiado cansada para realizar ninguna actividad física después de una larga jornada laboral y de ir y volver del trabajo». Según Oliver Mytton, investigador de la Universidad de Cambridge: «Está claro que se trata de un mensaje sobre la necesidad de pensar en los efectos que tiene sobre la salud la elección de un trabajo que se encuentra lejos de casa y, en caso de elegirlo, qué se puede hacer para mitigar la situación. Por supuesto, no todo el mundo tiene muchas opciones para elegir dónde trabajar o la posibilidad de trabajar desde casa, lo que sugiere que los empleadores (y los gobiernos) deben aumentar su flexibilidad ante las necesidades de los empleados». La doctora Halonen y su colaboradora, la doctora Auriba Raza, analizaron los resultados en un artículo publicado en «The Conversation»: «También demuestran lo importante que es planificar y desarrollar ciudades que tengan en cuenta diversos aspectos de la vida residencial. Por ejemplo, si las personas tienen más facilidades para desplazarse utilizando el transporte público o yendo en bicicleta, en silla de ruedas o andando, les resultará más fácil ser físicamente activas y mantener un peso saludable. Limitar el acceso al alcohol tanto cerca de casa como del trabajo también puede reducir el consumo de alcohol y los problemas de salud asociados al consumo nocivo».

¿Y si no se puede elegir el dónde?

Hay formas de hacer frente a los largos desplazamientos que se han convertido en una parte inevitable de la vida. «Utilizar la movilidad activa siempre que sea posible es una forma de incorporar más actividad física al día a día. Esto, además de ser respetuoso con el medio ambiente, también puede tener como efecto secundario el ayudar a las personas a mantener un peso saludable. Y, si a uno le gusta ir de copas con los compañeros de trabajo al terminar la jornada laboral, puede plantearse el consumir cócteles sin alcohol».

Palabras clave

trabajo, desplazamientos, oficina, salud, trabajo, casa, sueño, actividad física, sobrepeso, empleado, movilidad