El telescopio espacial James Webb cumple un año Descubrir el universo como nunca antes.
El 11 de julio de 2022, se presentó la imagen(se abrirá en una nueva ventana) de mayor resolución del universo infrarrojo de la historia, que dejó boquiabiertas a personas de todo el mundo. El telescopio James Webb desveló unas cuantas imágenes(se abrirá en una nueva ventana) cautivadoras más, lo que hizo que la forma en la que entendemos el universo y nuestro lugar en él cambiara para siempre aquel día de verano.
Los albores de una nueva era en la astronomía
«En tan solo un año, el telescopio espacial James Webb ha transformado la visión del cosmos que tiene la humanidad, ya que ha permitido, por primera vez, escudriñar nubes de polvo y observar la luz procedente de los rincones más lejanos del universo. Cada nueva imagen constituye un nuevo hallazgo, que permite a los científicos de todo el mundo plantear y responder preguntas con las que nunca nadie antes había ni siquiera soñado», manifestó el director de la NASA, Bill Nelson, en un comunicado de prensa(se abrirá en una nueva ventana) emitido por el Centro de vuelo espacial Goddard de la NASA. Ahora, un año después, el telescopio James Webb nos ha obsequiado con la imagen del nacimiento de una estrella. «En su primer aniversario, el telescopio espacial James Webb ya ha cumplido con su promesa de desvelar el universo, al regalar a la humanidad un impresionante tesoro de imágenes y conocimientos científicos, cuyo legado perdurará durante decenios», afirmó Nicola Fox, subdirectora de la Dirección de misiones científicas de la NASA, en Washington. «El telescopio James Webb es una maravilla de la ingeniería construida por los mejores científicos e ingenieros del mundo. Nos ha proporcionado una comprensión más compleja que nunca de las galaxias, las estrellas y la atmósfera de los planetas que se encuentran fuera del sistema solar, sentando así las bases para que la NASA encabece los esfuerzos mundiales en una nueva era de descubrimientos científicos y la búsqueda de nuevos mundos». «La amplitud de la ciencia que el telescopio James Webb es capaz de explorar se hace ahora más evidente que nunca, cuando ya atesoramos un año completo de datos de objetivos de toda la bóveda celeste», agregó Eric Smith, subdirector de investigación de la División de Astrofísica en la sede de la NASA y científico del programa James Webb. «Con un año de descubrimientos científicos a nuestras espaldas, ahora sabemos exactamente cómo de potente es este telescopio, y hemos aportado un año de datos y hallazgos sorprendentes —agregó Jane Rigby, científica principal del programa James Webb en el Centro de vuelo espacial Goddard—. Basándonos en todo lo que hemos aprendido hasta la fecha, hemos seleccionado un exigente conjunto de observaciones para el segundo año. La misión científica del telescopio James Webb no ha hecho nada más que empezar: aún queda mucho por delante».
¿Qué papel desempeña Europa en todo esto?
El programa James Webb es una asociación internacional entre la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Espacial Canadiense. De hecho, el telescopio James Webb vio la luz gracias en gran parte a la ESA(se abrirá en una nueva ventana). En el comunicado de prensa de la ESA se explicaba: «Como parte del acuerdo de colaboración internacional, la ESA proporcionó el servicio de lanzamiento del telescopio mediante el empleo del vehículo de lanzamiento Ariane 5. En colaboración con sus socios, la ESA se responsabilizó del desarrollo y la cualificación de las adaptaciones del Ariane 5 para la misión Webb, así como de la contratación del servicio de lanzamiento. Además, la ESA suministró el indispensable espectrógrafo NIRSpec y el 50 % del instrumento MIRI, que fue diseñado y construido por un consorcio de institutos europeos financiados a nivel nacional (el Consorcio europeo MIRI) en colaboración con el JPL (Jet Propulsion Laboratory: Laboratorio de Propulsión a Chorro) y la Universidad de Arizona».