La empresa emergente social inspirada en la marginación
Empoderar a las personas excluidas económicamente y privadas de derechos políticos constituye el eje de las políticas de inclusión social(se abrirá en una nueva ventana) de la Unión Europea. Estas propuestas, tales como las introducidas en 2011 por la Comisión Europea en el marco de su Iniciativa en favor del emprendimiento social(se abrirá en una nueva ventana), así como las recientes empresas de carácter más híbrido, se han destacado a menudo por su potencial para aprovechar los mercados en favor de un crecimiento más integrador. Sin embargo, tal como recuerda Luca Mongelli, del proyecto EmpowerMarginalized, todavía no queda claro, ni se ha demostrado empíricamente, cómo lograrán estas empresas sociales híbridas empoderar a las personas marginadas a través de soluciones de carácter económico. «Necesitamos entender urgentemente las interdependencias entre sus acciones económicas y el contexto en el que operan», añade el beneficiario de una beca del programa Marie Curie(se abrirá en una nueva ventana). A partir de cuatro estudios de casos, Mongelli ha desarrollado el modelo «Matriz Empoderadora», que caracteriza diversas empresas sociales híbridas y sus aplicaciones. El mencionado trabajo inspiró a Mongelli para poner en marcha su propia iniciativa emergente social. «En cuanto nos dimos cuenta de las aplicaciones que ofrecía este modelo en el mundo real, decidimos asociarnos para crear algo tangible», explica Mongelli.
La Matriz Empoderadora
El equipo del proyecto se guió por dos métodos de empoderamiento. El método de capacidad(se abrirá en una nueva ventana), que afirma la centralidad de la persona y su capacidad de acción, junto con el método de psicología comunitaria(se abrirá en una nueva ventana), que hace hincapié en el contexto socioeconómico en el que están inmersas las personas. Mongelli, que en un principio se centró en las mujeres reclusas, amplió sus investigaciones a otros grupos marginados, como personas sin hogar, personas sordas y niños gravemente enfermos o discapacitados. La Matriz Empoderadora comprendía cuatro modelos de empoderamiento que según Mongelli las empresas sociales híbridas suelen seguir: acceso seguro, acceso abierto, creación segura y creación abierta. Cada uno de ellos se ilustró con cuatro estudios de casos en Italia. En el marco de un parque protegido, Dynamo(se abrirá en una nueva ventana) ofrece actividades a niños gravemente enfermos y con discapacidad para ayudarles a desarrollar su potencial. Pedius(se abrirá en una nueva ventana) ofrece servicios de comunicación basados en aplicaciones a personas sordas, para ayudarles a gestionar su vida profesional y privada. MadeInCarcere(se abrirá en una nueva ventana) contrata a reclusas para fabricar accesorios de moda que se venden a través de un mercado digital. Mientras que Ridaje(se abrirá en una nueva ventana) (sitio web en italiano) forma a personas sin hogar para que trabajen como jardineros urbanos en Roma y mantengan espacios abandonados. Un hallazgo fundamental fue que el tipo de espacio, físico y virtual, en el que estas personas podían prosperar más fácilmente estaba determinado tanto por el contexto como por la necesidad. «Las empresas sociales híbridas pueden desempeñar un papel vital al ofrecer servicios y oportunidades que se niegan a las personas marginadas, o al implicarlas en modelos empresariales que aprovechen sus capacidades», resume Mongelli. Para divulgar algunas de estas conclusiones y llegar a un público más amplio, Mongelli ofreció una charla en la asociación TEDx Vicenza titulada «El mercado como espacio de inclusión social»(se abrirá en una nueva ventana) (en italiano), de la que también se hizo eco la radio local italiana Radio Vicenza.
De la teoría a la práctica
www.ridaje.com (Ridaje) se inspiró en el propio proyecto y se lanzó durante su transcurso. Mongelli y sus compañeros recaudaron unos veinte mil euros de inversores privados. Los participantes que completen el curso de cuatro semanas serán alojados por la organización y contratados para cuidar zonas verdes metropolitanas en estado de abandono que hayan sido identificadas por ciudadanos, comunidades o empresas. El trabajo, pactado con el municipio local, se financia a través de campañas locales de financiación participativa o en el marco de programas corporativos y de responsabilidad social. Los jardineros también cuentan con apoyo individual para planificar y gestionar sus vidas. «Hasta ahora, hemos trabajado con decenas de personas sin hogar y estamos listos para lanzar una campaña de financiación participativa mediante suscripción de capital(se abrirá en una nueva ventana) para ampliar las actividades. Creo que es el mejor resultado que podía haber obtenido mi beca», afirma Mongelli. Ahora, Mongelli está a la espera del resultado de una solicitud de financiación presentada a una fundación privada para crear una incubadora de innovación social que ayude a otras personas a crear empresas emergentes de empoderamiento social, si bien ya ha sido seleccionado para la fase final.