Una alternativa natural y sostenible a los pesticidas
La crin marina, esa alga omnipresente en las costas del mar del Norte, tiene un poder secreto que podría ser la clave para desarrollar alternativas sostenibles a los pesticidas actuales. Ese poder es el ácido zostérico (ZA), un compuesto natural que el alga produce para protegerse de bacterias, hongos y otras plagas dañinas. «En teoría, deberíamos poder utilizar el ZA como fungicida natural en la agricultura», explica Henrik Meyer, director general de Cysbio. «Por desgracia, hasta ahora ha sido imposible producir ZA o extraerlo de las plantas a escala y de forma sostenible». Pero el equipo de Cysbio pretende hacer posible lo imposible. Con el apoyo del proyecto ZABIO, financiado con fondos europeos, la empresa ha desarrollado una forma innovadora de modificar genéticamente microorganismos para que puedan convertir fuentes de carbono renovables como la glucosa en grandes cantidades de ZA. «Al ofrecer una alternativa segura, eficaz y sostenible a los fungicidas, nuestro trabajo desempeñará un papel importante en la transición ecológica de Europa», añade Meyer.
Nuevos tipos de cepas bacterianas
En el proyecto ZABIO se pretendía alcanzar cuatro objetivos principales. En primer lugar, el equipo del proyecto creó cepas bacterianas capaces de producir una gran cantidad de ZA por litro de caldo de fermentación, una hazaña que resulta aún más impresionante si se tiene en cuenta que este proceso no es uno de los que suelen realizar este tipo de bacterias. «El ZA producido por nuestras cepas no es tóxico», afirma Meyer. «Cuando se aplica, tiene un efecto repelente, que hace que una superficie no sea atractiva para las plagas». Desde entonces, las cepas de Cysbio han sido patentadas.
Hora de expandirse
A continuación, los investigadores buscaron formas de expandir este proceso hasta un nivel económicamente viable. «Necesitábamos no sólo producir suficiente ZA en tanques de fermentación, sino también establecer un proceso de producción posterior eficaz para extraer este ZA y purificarlo en un cristal simple», añade Meyer. Junto con el socio del proyecto Bio Base Europe Pilot Plant, Cysbio pudo ampliar la producción a 15 000 litros de fermentación.
Demostrar que realmente funciona
Por supuesto, no bastaba con fabricar el producto a escala, en el proyecto también se tenía que demostrar que el producto realmente funcionaba. «Un componente clave de este proyecto era demostrar el potencial del ZA como agente antincrustante eficaz y, por tanto, sustituto de los pesticidas», señala Meyer. En este caso, Cysbio colaboró con Henkel, entre otros, para investigar aspectos como los requisitos de dosis y los posibles usos en diversos sectores, incluida la agricultura. «Estas pruebas demostraron que el ZA producido de forma renovable es una alternativa segura, natural y muy eficaz a los pesticidas», señala Meyer. Los datos recopilados durante las demostraciones también se utilizaron para respaldar la solicitud del producto de un certificado de conformidad REACH.
De la idea al producto comercial
El equipo del proyecto ZABIO consiguió establecer un método de producción eficaz de un bioquímico natural y atractivo y crear un producto comercialmente viable que podría ayudar a reducir la dependencia mundial de sustancias químicas nocivas. «Estamos muy orgullosos de nuestra biotecnología y de lo que significa para la agricultura sostenible», concluye Meyer. En la actualidad, el equipo de Cysbio está dando los últimos toques a sus planes y busca asociarse con agentes industriales relevantes para iniciar la plena producción y comercialización.
Palabras clave
ZABIO, pesticidas, productos químicos, agricultura, crin marina, ácido zostérico, fungicida, transición ecológica, antincrustante, REACH, bioquímica, biotecnología, agricultura sostenible