Planteamientos centrados en el conductor para reducir las emisiones del tráfico
El abandono del transporte basado en el empleo de combustibles fósiles no es algo que pueda ocurrir de la noche a la mañana. «Aunque mañana se prohibieran todos los coches diésel nuevos, en los próximos años aún seguirían circulando por las carreteras coches diésel viejos y, por supuesto, coches con motores a gasolina más antiguos», señala el coordinador del proyecto MODALES, Andrew Winder, de ERTICO - ITS Europe, en Bélgica.
Reducir la contaminación de los vehículos más antiguos
El objetivo del proyecto MODALES, financiado con fondos europeos, era reducir la contaminación de los vehículos más antiguos que circulan hoy día por las carreteras. El trabajo se basó en un proyecto anterior, ecoDriver, en el que se estudió cómo unos mejores hábitos de conducción podían ayudar a ahorrar combustible y, por tanto, a reducir las emisiones. El equipo de MODALES llevó esta idea un paso más allá, teniendo en cuenta el uso de los frenos y los neumáticos. Tomar una curva demasiado rápido o frenar o acelerar de forma brusca, por ejemplo, no solo aumenta el consumo de combustible, sino que además desgasta los neumáticos y las pastillas de freno y emite partículas perjudiciales. Los datos sobre los efectos que tienen los distintos tipos de comportamiento al volante sobre las emisiones se recopilaron mediante ensayos en carretera y pruebas de laboratorio. A continuación, el equipo del proyecto puso en marcha una campaña de concienciación, que se difundió a través de clubes automovilísticos de toda Europa, junto con una campaña en las redes sociales en once idiomas. También se crearon tres vídeos de formación diferentes, de quince minutos de duración. «En su mayor parte, estos vídeos hacían referencia a cosas sencillas que los conductores pueden hacer para ahorrar emisiones y combustible, como reducir la necesidad de hacer frenar bruscas», explica Winder.
Tecnología para fomentar la conducción con menos emisiones
Al mismo tiempo, se creó una aplicación para teléfonos inteligentes que complementaba a los vídeos de formación. La aplicación cuenta con un algoritmo de puntuación que evalúa el rendimiento del conductor al instante, lo que proporciona información y una puntuación global de la conducción basada en datos del sistema de diagnóstico a bordo (DAB) del vehículo, datos de teléfono inteligente y datos contextuales (condiciones meteorológicas, tráfico y características de la carretera). «Un grupo de voluntarios de siete países probó la aplicación durante varios meses», añade Winder. «Gracias a ello, pudimos recopilar datos y evaluar si los resultados de la conducción habían mejorado». Si bien el equipo del proyecto se centró sobre todo en el comportamiento al volante, también examinó el potencial de retroadaptación de los vehículos diésel más antiguos con tecnología de reducción de emisiones. Aunque esto es técnicamente factible, la rentabilidad depende en gran medida del tipo de vehículo y de su antigüedad. El equipo también estudió la mejora del uso de los datos de DAB y llevó a cabo un estudio de los protocolos de inspección y mantenimiento. En este sentido, se han publicado recomendaciones destinadas a armonizar las inspecciones y hacer frente a las manipulaciones ilegales de vehículos. «Nuestra formación se podría ser emplear por empresas de transporte para capacitar a conductores o utilizarse en autoescuelas».
Tener en cuenta la contaminación de frenos y neumáticos
El equipo del proyecto descubrió que el uso de la aplicación daba lugar a algunas reducciones notables de las emisiones previstas de partículas de NOx. Sin embargo, en otras situaciones el efecto del uso de la aplicación fue mínimo, o incluso negativo en algunos casos. «Los datos revelan grandes disparidades entre países y grupos de edad», afirma Winder. En general, sin embargo, los resultados de los trayectos combinados mejoraron hasta un 17 %, lo que pone de manifiesto el potencial de la aplicación para reducir las emisiones de los coches más antiguos. El trabajo desarrollado en el marco del proyecto también contribuyó a destacar la importancia de tener en cuenta la contaminación procedente de frenos y neumáticos —no solo el consumo de combustible y las emisiones de escape— a la hora de evaluar el comportamiento al volante. Esto es muy importante a largo plazo, con más vehículos eléctricos y otros de «cero emisiones», que cuyo frenos y neumáticos seguirán emitiendo partículas. Se trata de hallazgos que el equipo prevé seguir difundiendo y que, en el futuro, podrían integrarse en el DAB, así ayudar a la mejora del desarrollo de frenos y neumáticos.
Palabras clave
MODALES, emisión, tráfico, contaminación, vehículo, neumáticos, frenos
