Utilizar la tecnología para aplastar el riesgo de los mosquitos
Los mosquitos no solo son molestos, sino también potencialmente peligrosos, porque sus picaduras pueden provocar algo más que picor, ya que los mosquitos también son vectores de enfermedades infecciosas como el paludismo. Entonces, ¿por qué iba una empresa a envasar, enviar y liberar más mosquitos? Parece un modelo de negocio que literalmente «pica». «La mejor línea de defensa contra los mosquitos es el propio mosquito», afirma Hanan Lepek, director general de Senecio Robotics. Como explica Lepek, los mosquitos macho se alimentan de jugos vegetales, no de sangre. Como tales, no pican y, por tanto, no pueden transmitir enfermedades. «Como la hembra solo se aparea una vez en la vida, la liberación de suficientes mosquitos macho estériles reducirá drásticamente la población local en pocas semanas, sin necesidad de insecticidas potencialmente nocivos», explica. Mientras otras iniciativas de investigación han desarrollado sistemas para criar mosquitos macho estériles a gran escala, Senecio centró su trabajo en los denominados aspectos posteriores de la cadena de valor. Con el apoyo del proyecto RoboSIT, financiado con fondos europeos, la empresa ha desarrollado un sistema de clasificación y entrega de machos estériles. «Esta tecnología de apoyo nos permite clasificar rápidamente los machos estériles que no pican y envasarlos automáticamente de forma que sea posible su liberación a gran escala», añade Lepek.
La fábrica de mosquitos
La parte principal del proyecto es la fábrica BioMosquito, una tecnología modular que permite liberar millones de mosquitos macho estériles a la semana. «Senecio ha desarrollado una tecnología propia que ofrece a fábricas de mosquitos, laboratorios y gobiernos una solución asequible y compacta para la manipulación, clasificación y carga robotizadas de mosquitos a gran escala», señala Lepek. El tamaño de la fábrica se diseña en función de las necesidades específicas de cada emplazamiento. Gracias al enfoque modular exclusivo de Senecio, una fábrica puede producir hasta unos veinte millones de mosquitos a la semana.
Clasificación y selección de mosquitos adultos
La fábrica incluye un proceso automatizado para separar a los adultos de sexo masculino de los de sexo femenino. Mediante aprendizaje profundo, la tecnología puede clasificar el sexo de un mosquito tras hacerse adulto, y los mosquitos macho se colocan automáticamente en cartuchos de liberación. «Esto resuelve uno de los mayores retos de la producción a gran escala de mosquitos macho, es decir, crear un proceso racionalizado que aborde todos los aspectos, desde la producción y la logística hasta el envío de los mosquitos macho», señala Lepek. Tras la identificación, se retiran todas las hembras de mosquito mediante un mecanismo robotizado. A continuación, los machos se trasladan a la estación de envasado, donde se colocan automáticamente en cartuchos y se envían. Una vez en los destinos finales, los mosquitos macho se liberan utilizando drones, vehículos terrestres o aeronaves.
Garantizar la seguridad y la comodidad
Gracias al apoyo del proyecto RoboSIT, Senecio ha desarrollado una tecnología viable y lista para su uso comercial en la lucha mundial contra los mosquitos, que ya se utiliza en casi diez ciudades de Israel, donde semanalmente se liberan mosquitos macho estériles, con gran efecto. «Los vecinos de estos barrios me dicen que ahora pueden disfrutar sentados al aire libre —concluye Lepek—. Estoy orgulloso de haber contribuido a este aumento de la seguridad y la comodidad de miles de personas en Israel y espero poder prestar el mismo servicio a personas de todo el mundo».
Palabras clave
RoboSIT, automatización, aprendizaje profundo, inteligencia artificial, mosquitos, mosquito, enfermedades, paludismo, insecticidas
