En la lucha contra la resistencia a los antibióticos, no debemos olvidar revisar las alcantarillas
Cada vez hay más microorganismos patógenos resistentes a los antibióticos y las enfermedades infecciosas bacterianas comunes que antes se trataban fácilmente con antibióticos muestran ahora una resistencia alarmante. De hecho, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, cada año más de 670 000 infecciones se deben a bacterias resistentes a los antibióticos, y aproximadamente 33 000 personas mueren como consecuencia directa. Aunque son muchas las razones que impulsan este aumento, el vertido de aguas residuales que contienen tanto antibióticos como bacterias resistentes a los antibióticos es uno de los principales factores que contribuyen a ello. «Las depuradoras municipales reciben genes y bacterias resistentes a los antibióticos en las aguas residuales procedentes de hospitales, zonas residenciales, industriales y agrícolas —explica Jan Bartáček, investigador de la Universidad de Química y Tecnología de Praga (Chequia)—. También reciben grandes cargas de antibióticos y otros productos farmacéuticos que se dispensan a personas o animales y luego se excretan intactos o en forma de metabolitos a través de la orina y las heces». Con el apoyo del proyecto REPARES, financiado con fondos europeos, Bartáček dirige los trabajos por elaborar una metodología más completa para detectar y calificar la presencia de genes y bacterias resistentes a los antibióticos en las aguas residuales y los lodos de depuradora. El proyecto reunió a un grupo de jóvenes investigadores y empresas, todos ellos con el mismo interés por resolver el problema de la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos. Mediante viajes de investigación, estudios «in situ» en depuradoras y visitas de expertos, el equipo logró establecer un método normalizado para detectar esos materiales en las corrientes de aguas residuales municipales. «Además de incluir una base de datos gratuita de todos los genes y bacterias resistentes a los antibióticos que se encuentran en las plantas de tratamiento de aguas residuales, el sitio web de REPARES también contiene información abundante y valiosa sobre la mejor manera de detectar este tipo de materiales», explica Bartáček. El equipo de investigación también organizó una serie de escuelas de verano, seminarios y talleres destinados a implicar al público en general en el esfuerzo por mitigar la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos.
Formación de la próxima generación de jóvenes investigadores
El proyecto REPARES ha hecho avanzar con éxito nuestros conocimientos sobre la resistencia a los antibióticos a través de los tratamos de saneamiento, un paso importante en la lucha contra lo que la Organización Mundial de la Salud ha clasificado como una importante amenaza mundial para la sociedad. El equipo del proyecto también consiguió mejorar el perfil científico de su equipo de jóvenes investigadores, muchos de los cuales siguen trabajando en el campo de la resistencia a los antibióticos. «Uno de los resultados más importantes de este proyecto es la formación de la próxima generación de investigadores, que estoy seguro de que aprovecharán sus nuevos conocimientos y aptitudes y tendrán una gran repercusión a escala europea e internacional», concluye Bartáček.
La Plataforma Checa sobre la Resistencia a los Antibióticos
Por último, pero no por ello menos importante, el equipo de REPARES creó una iniciativa nacional denominada Plataforma Checa sobre la Resistencia a los Antibióticos, o CZEPAR. En esta plataforma participan científicos, médicos, veterinarios, empresas y otras partes interesadas que aunaron sus esfuerzos para luchar contra la resistencia a los antibióticos en Chequia.
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