Los productos de vigilancia a medida mejoran la calidad del aire
La mala calidad del aire sigue siendo un gran problema sanitario mundial, ya que es responsable de la muerte prematura de cerca de siete millones de personas cada año. Aunque los ciudadanos de los países en desarrollo suelen estar más expuestos a la contaminación, algunas regiones de Europa y Estados Unidos también pueden superar los niveles establecidos por las actuales directrices sobre contaminación atmosférica de la Organización Mundial de la Salud. Esta amenaza sanitaria pone de relieve la importancia de efectuar mediciones precisas de la contaminación atmosférica a escala regional y mundial. Las mediciones se suelen llevar a cabo mediante estaciones terrestres y observaciones satelitales, que recopilan datos sobre la composición química de la atmósfera.
Convertir los datos de calidad del aire en información práctica
Si bien estos datos proporcionan a expertos y responsables políticos una perspectiva más nítida de los niveles de contaminación, y a veces de sus causas, uno de los principales escollos sigue siendo convertirlos en información práctica y útil. «Todos estos datos satelitales son un filón por explotar, pero a menudo se infrautilizan —comenta Guy Brasseur, coordinador del proyecto AQ-WATCH en el Instituto Max Planck de Meteorología (Alemania)—. Los datos se almacenan sin más en archivos y ordenadores». Por tanto, el objetivo del proyecto AQ-WATCH era sacar el máximo provecho de la información ya existente, creando productos de vigilancia fáciles de usar que pudieran beneficiar directamente a los responsables políticos, los científicos y, en último término, a los ciudadanos. Para lograrlo, en el proyecto participaron científicos e investigadores, así como pymes con experiencia en el desarrollo de productos informáticos. El equipo se centró en tres regiones geográficas, a saber: Chile, Pekín (China) y Colorado (Estados Unidos). «En primer lugar, propusimos ideas sobre productos concretos que, después, debatimos con los usuarios finales —agrega Brasseur—. A continuación, creamos prototipos previos, entablamos otra ronda de conversaciones y, a partir de los comentarios y sugerencias, mejoramos los prototipos».
Desarrollo de prototipos de productos de vigilancia de la calidad del aire
Gracias a la ayuda de las pymes socias del proyecto, el equipo logró construir diferentes prototipos de productos de vigilancia de la calidad del aire que utilizan datos ya disponibles. Estas herramientas se han diseñado para facilitar su integración en los sistemas de vigilancia existentes y responder a necesidades específicas. Por ejemplo, una de ellas es un sistema de pronóstico de la calidad del aire en alta resolución para zonas urbanas, que emplea información obtenida por satélites y estaciones terrestres. Otra es un atlas de la calidad del aire. «También desarrollamos una herramienta de atribución, que ayuda a los usuarios a identificar la fuente de contaminación y determinar si esta es local», explica Brasseur. «Gracias a ello, se podrían tomar medidas específica dirigidas a las fuentes de contaminación atmosférica». El equipo del proyecto creó una herramienta que permite a los usuarios a estimar la repercusión de cualquier medida propuesta para reducir la contaminación, así como un sistema que posibilita predecir las tormentas de polvo. Este último podría ser muy útil para los operadores de energía solar, ya que las tormentas de polvo pueden afectar sobremanera al rendimiento de los paneles fotovoltaicos. En Colorado se probó un sistema de alerta de incendios forestales. Además, el equipo creó modelos para predecir la contaminación provocada por las operaciones de fracturación hidráulica. Estas herramientas prototipo se pusieron a disposición de los usuarios a través de una plataforma de interfaz de usuario, que se concibió específicamente para el proyecto.
Desarrollo ulterior y comercialización de las herramientas
Tras la finalización del proyecto, el consorcio ha seguido examinando posibles oportunidades para desarrollar aún más estas herramientas, así como para comercializarlas y aplicarlas a otras partes del mundo. En este sentido, una empresa energética internacional ha manifestado su interés para integrar sistemas de vigilancia de la calidad del aire en algunas zonas de África. «Uno de los principales retos estriba en que cada parte del mundo tiene requisitos diferentes», comenta Brasseur. «Por tanto, estas herramientas deberán adaptarse a cada una de las situaciones, lo que exigirá una mayor cooperación entre científicos y empresas».
Palabras clave
AQ-WATCH, clima, aire, contaminación, pronóstico, satélite, urbano, atlas