La acción colectiva impulsa la inclusión escolar en zonas marginadas
En un contexto en el que aumentan y se profundizan las desigualdades en Europa, hay una crisis del sistema democrático y una desintegración de las comunidades. Es el caso, en particular, de los países postsocialistas de Europa central y oriental, donde resurgen el nacionalismo y el dogma neoconservador(se abrirá en una nueva ventana). Las escuelas desempeñan un papel importante en la lucha contra las desigualdades sociales. Sin embargo, el formato escolar tradicional del siglo XX está luchando por afrontar los retos del nuevo milenio, con el resultado de que estas desigualdades se están afianzando en la sociedad.
Métodos para medir la integración escolar
El equipo del proyecto Inclusion4Schools(se abrirá en una nueva ventana), financiado con fondos europeos, actuó en apoyo de escuelas segregadas de regiones desfavorecidas, ayudándolas a reconectar con la comunidad y el entorno social inmediato. «En nuestro proyecto se emprendió una revisión bibliográfica y un análisis de las políticas educativas nacionales y locales relacionadas con la segregación escolar, en particular las que afectan a las comunidades gitanas y desfavorecidas», explica Béla Kardon, coordinador del proyecto. Se enviaron cuestionarios estructurados a más de mil centros escolares. «Esto reveló no solo dónde se producía la segregación, sino cómo se experimentaba y reproducía a través de dinámicas sistémicas e institucionales», señala Kardon. El trabajo de campo se llevó a cabo en más de cuarenta escuelas de Albania, Bulgaria, Hungría y Eslovaquia. Los centros escolares se seleccionaron en función de diversos indicadores de desventaja social y segregación potencial, utilizando los conocimientos locales y los datos existentes. Se utilizaron entrevistas, grupos de discusión y visitas a los centros escolares para comprender en profundidad la dinámica de la segregación y la inclusión a nivel escolar. Se utilizó un método de «diálogo escolar» en el que participaron el personal, los alumnos y los padres para calibrar cómo se manifestaba la segregación en la vida escolar cotidiana y cómo perciben y abordan los centros escolares estos problemas. Cabe destacar que los mediadores romaníes(se abrirá en una nueva ventana) y los facilitadores locales garantizaron que el proceso fuera culturalmente sensible y gozara de la confianza de las comunidades. A partir de ahí, se diseñaron intervenciones y planes de acción a medida para fomentar unos entornos más integradores.
Acción en el aula
Los profesores desempeñan un papel fundamental en la lucha contra la segregación, pero necesitan un apoyo sistémico. En Inclusion4Schools se promovió la educación inclusiva mediante actividades de formación, aprendizaje entre iguales y colaboración con padres, trabajadores sociales y partes interesadas locales. «Desarrollamos clases de "escuela abierta" y actos de creación de comunidad para reconectar las escuelas con sus entornos sociales», explica Kardon. Se animó a los profesores a reflexionar sobre sus propios supuestos, adaptar métodos culturalmente receptivos y generar confianza con los alumnos de los entornos desfavorecidos. «Al apoyar a los profesores como facilitadores de la inclusión (en lugar de ejecutores aislados) ayudamos a crear espacios de aprendizaje en los que se valora la diversidad y todos los alumnos pueden prosperar», añade.
Próximos pasos y globalización
El equipo del proyecto desarrolló una plataforma integrada de intercambio de conocimientos, herramientas de acceso libre y un manual que ahora se utiliza en todos los países participantes. Además, en el proyecto se han generado o inspirado directamente varias iniciativas nuevas, entre ellas el proyecto RomaRise(se abrirá en una nueva ventana). «Nuestras plataformas en línea siguen activas, nuestras herramientas son utilizadas por escuelas y ONG, y seguimos asesorando a los responsables políticos», afirma Kardon. El proyecto sentó las bases de una comunidad de prácticas a escala europea, y potencialmente mundial, centrada en revertir la segregación escolar mediante la capacitación de las comunidades.
Cambiar las percepciones
«Uno de los logros de los que nos sentimos más orgullosos es la transformación de escuelas a menudo consideradas por el sistema como aisladas e infrafinanciadas», revela el coordinador. El método del proyecto ayudó a cambiar las percepciones. Estas escuelas ya no se ven únicamente como lugares de fracaso, sino como socios clave para impulsar la inclusión social, Kardon concluye: «Este cambio narrativo, combinado con herramientas prácticas y modelos de colaboración, es quizá nuestra contribución más duradera a los esfuerzos europeos por revertir la desigualdad».