La mitad de los empleos actuales podrían desaparecer, pero ¿es el panorama tan desalentador como parece?
La inteligencia artificial (IA) está redefiniendo los perfiles profesionales en muchos sectores. En los próximos años, muchos puestos de trabajo desaparecerán a medida que la IA automatice tareas rutinarias y repetitivas. Investigaciones previas han revelado que casi la mitad de los puestos de trabajo actuales podrían desaparecer de aquí a veinte años. Sin embargo, la IA también creará nuevos tipos de empleo que aún ni siquiera existen. Surgirán profesiones que demandarán habilidades avanzadas y conocimientos en IA. ¿Qué están haciendo los gobiernos de todo el mundo para preparar a sus trabajadores en la era de la IA y evitar que nadie se quede atrás?
El futuro del trabajo ya está aquí
En un nuevo estudio llevado a cabo en la Universidad de Georgia, en Estados Unidos, se analizó cómo docenas de países están afrontando la revolución de la IA, sobre todo en los ámbitos de la educación y la formación. Los resultados se publicaron en la revista «Human Resource Development Review»(se abrirá en una nueva ventana). «Las habilidades y competencias en IA son muy importantes», señaló Lehong Shi, autora del estudio e investigadora científica adjunta de la Facultad de Educación Mary Frances Early de la Universidad de Georgia, en un comunicado de prensa(se abrirá en una nueva ventana). «Si se quiere ser competitivo en otras áreas, es muy importante preparar a los empleados para trabajar con la IA en el futuro». En el estudio se analizaron las estrategias nacionales en materia de IA de cincuenta países. Se examinó cómo cada país planifica la educación de su población y la formación de los trabajadores para adquirir los conocimientos necesarios sobre herramientas y sistemas de IA. Para evaluar la prioridad que cada país otorga a la educación y la formación en IA de su mano de obra, se utilizaron seis indicadores, a saber: los objetivos del plan, las estrategias para alcanzarlos, ejemplos de proyectos, los métodos para medir el éxito, las estructuras de apoyo disponibles y los plazos establecidos. A partir de esta evaluación, los países se clasificaron en categorías de alta, media o baja prioridad en el desarrollo de una mano de obra competente en áreas relacionadas con la IA.
¿Un panorama desalentador para Europa?
A tenor de los resultados, Europa está avanzando con rapidez en la creación de países preparados para la IA, otorgando una alta prioridad a la formación de su mano de obra en este ámbito. De hecho, once de los trece primeros clasificados procedían de Europa. Según Shi, esto se podría deber a que los países europeos suelen disponer de más recursos para formación y cuentan con una cultura consolidada de aprendizaje permanente. Dos ejemplos destacados fueron Alemania y España. Alemania ha hecho hincapié en el desarrollo de una cultura que promueva el interés por la IA, mientras que España ha comenzado a enseñar competencias relacionadas con la IA desde la educación preescolar. Australia y México fueron los otros dos países mejor clasificados. Estados Unidos y otros veintidós países asignaron una prioridad media a la preparación para la IA. Casi todos los países planeaban ampliar los programas de IA en la educación superior. Además, muchos tienen previsto incorporar la IA en la educación primaria y secundaria. Más de la mitad de los países se centraron en implementar la IA para la formación en el puesto de trabajo, incluyendo prácticas formales y programas personalizados para sectores como la sanidad, las finanzas y la industria manufacturera. A pesar de todas estas iniciativas, el estudio concluye que las personas mayores, desempleadas y con baja formación suelen quedar fuera de las estrategias nacionales. Por muy comprometidos que estén los países en desarrollar estrategias nacionales de IA y en preparar sus mercados laborales para el futuro, hay un aspecto que no puede subestimarse. «Las competencias interpersonales de las personas, como la creatividad, la colaboración y la comunicación, no pueden ser sustituidas por la IA», concluye Shi. «Y estas solo fueron mencionadas por unos pocos países».