Mar o montaña: ¿qué es lo que más anhelamos?
El verano es la época del año en que la mayoría anhelamos estar junto al agua o en plena naturaleza. También es el momento en el que sentimos nostalgia por algún lugar del pasado, con frecuencia una casa de campo o el hogar familiar donde pasamos veranos sin ningun tipo de preocupación. Esa «nostalgia del lugar» es la que nos lleva a volver a nuestra casa de vacaciones con vistas al mar o escondida en un bosque. Pero ¿sentimos más nostalgia de las aguas verdes turquesas o de los prados verdes? Un equipo de investigadores procedentes de varias universidades del Reino Unido y de la Universidad de Corea se propuso responder a esta pregunta. En el estudio participaron unos ochocientos residentes en los Estados Unidos y doscientos en el Reino Unido, con edades comprendidas entre los dieciocho y los noventa y cuatro años. Se les pidió que identificaran los lugares que les evocaban una mayor nostalgia y que explicaran por qué.
Añoranza del pasado
Los «lugares azules», situados cerca del mar, océanos, ríos o lagos, fueron aquellos que despertaron más nostalgia entre los residentes de los Estados Unidos (30 %) y del Reino Unido (35 %). Los «lugares verdes», montañas y bosques, representaron solo el 10 % para ambos grupos de participantes. Las ciudades y pueblos supusieron más del 20 % de los lugares nostálgicos señalados por los participantes de los Estados Unidos y el Reino Unido, la mayoría de los cuales vive en zonas urbanas. En conjunto, el estudio reveló que los paisajes azules son más propensos a estimular los efectos positivos de pensar en el pasado. Los resultados del estudio se publicaron en la revista «Current Research in Ecological and Social Psychology»(se abrirá en una nueva ventana). Los investigadores publicaron mapas que mostraban los lugares que evocaban mayor nostalgia en el Reino Unido y los Estados Unidos, a partir de los resultados de cien participantes británicos y de cerca de cuatrocientos participantes estadounidenses. «Esperábamos que las personas sintieran con más frecuencia nostalgia por los lugares verdes, dado que muchos estudios destacan los beneficios psicológicos de los entornos naturales y verdes. Nos sorprendió descubrir que los lugares azules son la característica principal de la nostalgia por un lugar», comentó la investigadora principal, Elisabeta Militaru, en una nota de prensa(se abrirá en una nueva ventana). «Nuestros hallazgos aportan más pruebas de que los lugares azules están relacionados con un mayor bienestar psicológico». Los investigadores compararon los lugares que despiertan nostalgia con los lugares comunes en base a sus características físicas y psicológicas. «La idea de que los lugares funcionan como un ancla emocional no es nueva. Hace casi 3 000 años, Homero escribió sobre el anhelo de Ulises de regresar a su patria, Ítaca. Queríamos entender qué hace que ciertos lugares sean más propensos a despertar nostalgia que otros. ¿Cuáles son las características físicas y psicológicas que confieren a un lugar su atracción nostálgica?», explica Militaru. «En el siglo XVII, la nostalgia era visto como algo negativo y se consideraba una enfermedad mental», agrega la investigadora. «La investigación científica cambió esa perspectiva. Ahora sabemos que la nostalgia es un recurso psicológico: surge cuando nos enfrentamos a un malestar psicológico, como sentirnos solos o excluidos socialmente».
Los factores que evocan una mayor nostalgia
Rememorar un lugar que evoca nostalgia ofrece ventajas para el bienestar psicológico. Sentimos una mayor conexión con los demás, nuestra vida adquiere más sentido, mejora nuestra autoestima y refuerza el sentido de autenticidad. «La nostalgia permite ver con claridad ciertos lugares, como si los contempláramos a través de una lupa», concluye Militaru. «Los lugares significativos suelen estar físicamente lejos de nosotros, pero la nostalgia los vuelve a poner en primer plano y, al hacerlo, conecta nuestro yo del pasado con el del presente y el futuro».