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Shaping Democratic Spaces: Security and TV Series

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La democracia será televisada

Más allá del mero entretenimiento, los programas de televisión pueden promover ideales democráticos e incluso cambiar el mundo.

La cuestión de si la vida imita al arte o el arte imita a la vida es una pregunta muy antigua. Es una pregunta que sigue vigente en la actual «edad de oro de la televisión». «En Francia, el Reino Unido, Alemania, Estados Unidos y muchos otros países, cada vez son más las series de televisión que se desarrollan “entre bastidores” de regímenes democráticos que se enfrentan a amenazas terroristas», afirma Sandra Laugier, profesora de Filosofía en la Universidad París 1 Panthéon-Sorbonne(se abrirá en una nueva ventana). Si bien estos programas pueden revelar el estado moral del mundo, ¿están las sociedades democráticas aprovechando su popularidad? Si no es así, ¿deberían hacerlo? Este tipo de preguntas se plantean en el proyecto DEMOSERIES(se abrirá en una nueva ventana), financiado con fondos europeos.

La televisión como forma de poder blando

Según Laugier, investigador principal del proyecto, series populares como «24», «Homeland», «Berlin Station», «Le Bureau des Légendes», «Deutschland» y «Conflict» pueden analizarse como «espejos» de la sociedad o incluso como herramientas ideológicas. Sin embargo, también pueden entenderse como nuevos recursos para la educación, la creatividad y la capacidad de perfeccionamiento de sus audiencias. «Al expresar cuestiones complejas a través de la narrativa y los personajes, estas series actúan como una especie de “poder blando” que puede servir como recurso para las políticas públicas y los debates democráticos», explica Laugier. Sin embargo, el potencial estético de estas series de televisión sobre seguridad para visualizar cuestiones éticas o su capacidad para permitir un empoderamiento democrático de los espectadores no se ha analizado en profundidad. Del mismo modo, el poder que tienen estas series para afrontar los cambios culturales y sociales que se producen en la vida real o para desarrollar una reflexión colectiva sobre los valores democráticos y la seguridad humana ha sido en gran medida ignorado por los estudios.

Cómo nos cambia la televisión y cómo cambia el mundo

Para contribuir a llenar estos vacíos, el proyecto respaldado por el Consejo Europeo de Investigación(se abrirá en una nueva ventana) recurrió a un método único en materia de ética basado en situaciones multifacéticas. Los investigadores también realizaron encuestas de recepción a gran escala y entrevistas exhaustivas con expertos en seguridad, productores y espectadores, además de analizar las conversaciones en las redes sociales que se producían en torno a la emisión de un programa. «Al estudiar tanto series clásicas como recientes, hemos confirmado que las series de televisión nos cambian a nosotros y al mundo», afirma Laugier. Por ejemplo, la clásica serie «Buffy, cazavampiros» desempeñó un papel importante en la promoción de la igualdad sexual entre su público adolescente. La serie «24», estrenada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, y «Homeland», una década más tarde, aumentaron la conciencia sobre las amenazas terroristas a largo plazo, así como sobre el riesgo de degeneración moral en las democracias comprometidas con la lucha contra el «terrorismo». «Las series de televisión pretenden despertar nuestro interés o provocar nuestra reflexión sobre el mundo en el que vivimos, pero también pueden generar un “efecto realidad”, como cuando el protagonista de la serie ucraniana “Servidor del pueblo”, el actor Volodímir Zelenski, fue elegido presidente en la vida real», añade Laugier.

Educación política a través de la televisión

Según Laugier, el proyecto DEMOSERIES destaca el papel fundamental que pueden desempeñar las series de televisión en un momento en el que los valores democráticos se ven amenazados en Europa y en todo el mundo. «En un mundo en el que muchos actores políticos promueven falsos valores antidemocráticos, la educación política a través de la televisión ofrece sin duda una solución que los responsables políticos y los actores de la seguridad ya no pueden permitirse ignorar», concluye Laugier. Laugier y su equipo exploran ahora el potencial transformador de las series de televisión como catalizadores creativos para la consolidación de la paz, la prevención de conflictos y la reconciliación social.

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