Promover la innovación medioambiental en Europa
La necesidad de promover las prácticas de desarrollo sostenible nunca ha sido tan grande. Los efectos de un desarrollo que no ha sido previamente comprobado ya se constatan en forma de graves problemas medioambientales. En el marco del proyecto ENVINNO, los investigadores se dispusieron a evaluar el rendimiento de las empresas en este campo. Estudios de los antecedentes, entrevistas, estudios monográficos y seminarios formaron la base del proyecto. A pesar de que la situación actual no es tan prometedora como cabría esperar, se han realizado unas sencillas recomendaciones para encaminarse en la dirección adecuada. En la comunidad empresarial, el término 'medio ambiente' está todavía asociado al coste, el riesgo y otras connotaciones negativas. Por este motivo, la política medioambiental (EP) y la política tecnológica orientada a la ecología (ETP) debe ir acompañada por un fuerte plan de marketing público. Entre las recomendaciones se incluyen ceremonias de entrega de premios a las personas que inician una moda. Muchas de las recomendaciones sobre EP y ETP coinciden con las recomendaciones de la política tradicional europea en materia de innovación. Resulta especialmente importante la inclusión del componente económico en la innovación; la ciencia sola no es suficiente. La invención de una nueva tecnología medioambiental debe ir acompañada de un análisis exhaustivo del posible mercado, sobre todo de las reacciones de otros enlaces en la cadena de suministro. Los participantes de ENVINNO destacan además la importancia de desarrollar una EP bien definida y flexible al mismo tiempo. La política se debe poder adaptar a las condiciones variables del mercado y a los objetivos y las normas medioambientales, que cambian constantemente. Todas las partes interesadas deben incluirse en el proceso, y deben crearse redes para apoyar la transferencia de tecnología y de conocimientos, así como la creación de asociaciones. Por último, la ETP debe armonizarse con la EP. Así mismo, se definió la falta de fondos como uno de los obstáculos principales, por lo que habría que destinar los fondos limitados disponibles a los proyectos que logren el equilibrio adecuado entre la tecnología y el sentido empresarial. Se podrían conseguir más incentives con la creación de mercados verdes. Tomar como base estas recomendaciones ayudará a provocar en la cultura comercial europea el cambio necesario para convertir en realidad el desarrollo sostenible.