Resolver los problemas de la corrosión en la combustión de biomasa
Hasta ahora, las temperaturas en las calderas que funcionan con biocombustibles no superaban los 480ºC debido a las limitaciones del material. El problema con las temperaturas bajas, sin embargo, es que no son eficientes en términos de generación eléctrica. Por eso, encontrar una forma que permitiera aumentar la temperatura y al mismo tiempo la resistencia a la corrosión suponía probablemente aumentar el rendimiento de la generación eléctrica en un 10%. Además, suponía conseguir un ahorro considerable en los costes de mantenimiento, ya que los sobrecalentadores durarían más tiempo. La forma de conseguirlo era encontrar el aditivo apropiado y un material adecuado para usar, ya que la madera y los combustibles de residuos de madera causan un aumento en la corrosión de los sobrecalentadores. En este contexto, se realizaron pruebas en calderas rociando con sulfato de amonio el gas de escape tras la combustión, que a su vez convierte el potasio gaseoso en sulfato potásico, un compuesto mucho menos corrosivo. De hecho, tanto el índice de corrosión como el de crecimiento de los depósitos se redujeron en un 50%. Las pruebas de la investigación también han demostrado que otra manera de reducir la corrosión en los sobrecalentadores es usar la clase adecuada de acero, como el acero inoxidable austenítico. Como consecuencia de dichas evaluaciones, se prevé que los sobrecalentadores sean más duraderos y eficientes en el futuro.