Aprovechar el potencial de la biomasa para producir energía
La biomasa es capaz de producir electricidad mediante turbinas de gas o células de combustible, y requiere más gases combustibles ricos en hidrógeno y valores de calefacción razonadamente altos. Esto se consiguió aplicando calor para el proceso de gasificación endotérmica a un reactor de reformado mediante tuberías de calor de alta temperatura. El denominado 'Convertidor de tubería de calor de biomasa' está asistido por microturbinas y células de combustible y resulta adecuado para aplicaciones de pequeña escala en centrales combinadas de calor y electricidad (CHP). El proyecto BioHPR estudió además el potencial de este sistema en las aplicaciones de gran escala, concretamente los aspectos del sistema de limpieza de gases calientes. Por tanto, se revisaron los métodos de limpieza de gases calientes para las categorías de gases contaminantes, incluidos los alcalinos, el alquitrán y los compuestos ácidos. La especificación del margen de temperatura óptima en el que se realiza la limpieza se derivó haciendo uso de un software de simulación del proceso. El software, fiable, proporcionó cálculos termodinámicos precisos del equilibrio de fases y la composición de gas. La temperatura óptima para eliminar el calor de los contaminantes o inyectar directamente el gas a la turbina debería estar entre los 600°C y los 200°C. Así mismo, se analizó exhaustivamente el comportamiento del gas de escape procedente del gasógeno del reactor a través de los posibles dispositivos de limpieza antes de introducirse en la microturbina. Estos resultados se pueden utilizar como pautas generales para diseñar un sistema de limpieza de gases calientes a gran escala. Además, se efectuó también un estudio del potencial de la biomasa en los diez Estados Miembros más recientes y en tres de los Países Candidatos. Los resultados demostraron que en la mayoría de los países se podrían usar biocombustiles como alternativa para generar el 10% de la electricidad que se produce actualmente. Los residuos de la agricultura y la silvicultura podrían considerarse como fuentes principales de estos biocombustibles procedentes del reactor de reformado o de cualquier otra tecnología de gasificación a pequeña escala. Por el contrario, se comprobó que los residuos sólidos urbanos (MSW) requieren un sistema de limpieza de gases más complicado, que resulta más adecuado para aplicaciones a gran escala.
