Intentar salvar el patrimonio escrito europeo en peligro
La tinta ferrogálica es probablemente la tinta más importante de la historia occidental. Conocida desde la época romana, su uso se extendió a finales de la Edad Media. Sin embargo, aunque no se discute en absoluto su calidad para escribir o pintar, las propiedades corrosivas de sus componentes ponen en peligro obras y documentos históricos en los que se utilizó esta tinta . Dada la preocupante información sobre el deterioro ocasionado por la tinta corrosiva, conservadores e historiadores del arte, además de químicos y físicos, unieron sus fuerzas en el proyecto INKCOR, financiado con fondos comunitarios. Mientras los historiadores del arte analizaban las fórmulas históricas de la tinta, químicos y físicos analizaban sus ingredientes con métodos de alta tecnología. Las fórmulas históricas de preparación de la tinta ferrogálica variaban, pero todas tenían en común los ingredientes de formación del color, el ácido gálico de las taninas y los iones férricos. Se comprobó que las dos causas principales de la corrosión de la tinta en el papel y pergamino eran la hidrólisis ácida y la oxidación catalizada por los iones de hierro. Así mismo, se comprobó que otros muchos metales de transición que pueden estar presentes en las tintas ferrogálicas históricas catalizan un deterioro similar. Químicos de la Universidad de Ljubljana, en Eslovenia, evaluaron las propiedades antioxidantes y pro-oxidantes del ácido gálico en presencia de Fe(III). A pesar de ser un captor de radicales de hidróxilo, el ácido gálico puede tener propiedades pro-oxidantes porque promueve la producción de radicales de hidróxilo mediante la quelación de hierro. Los resultados de los experimentos apuntaron a un efecto antioxidante general cuando existe un exceso de iones férricos reactivos. Partiendo de estos conocimientos, el consorcio INKCOR comenzó a desarrollar un método de conservación no acuosa para los documentos que están en peligro. La estabilización de los documentos que contienen tinta ferrogálica se conseguirá mediante álcalis para combatir la hidrólisis ácida y antioxidantes para prevenir la oxidación.