Protección de documentos históricos frente a la acción corrosiva de la tinta
Desde la Edad Media hasta el siglo XX se utilizó para escribir y dibujar la tinta ferrogálica. Desgraciadamente, este tipo de tinta, hecha a partir de una mezcla de agallas de roble, sales ferrosas y tanino, presenta inconvenientes graves. La tinta ferrogálica corroe los manuscritos en los que se ha empleado, razón por la que se ha convertido en un problema importante para los conservadores de los museos, archivos y bibliotecas de todo el mundo. La descomposición de los manuscritos se debe a la elevada acidez de la tinta y a la presencia de metales de transición, que descomponen la celulosa del papel. El proyecto Inkcor se creó para recabar información sobre el problema de la corrosión y proponer métodos idóneos para proteger y conservar documentos de valor histórico y cultural. El consorcio del proyecto se compuso de especialistas en diversos campos, como historia del arte, conservación, física y química. Los socios de la Biblioteca Nacional y Universitaria de Eslovenia, participante en el proyecto, desarrollaron modelos informáticos para determinar las causas principales de la degradación de los documentos. Estos modelos confirmaron que el deterioro se debía a la acción degradante de la tinta. Los trabajos dan a quienes se dedican a la conservación de documentos la posibilidad de predecir con más exactitud la estabilidad de los legajos escritos con tinta ferrogálica. Los científicos investigaron los factores que podían afectar al grado de conservación de un documento. Descubrieron que los factores de mayor importancia eran el grosor de la capa de tinta, la densidad del papel y la acidez o alcalinidad del material de escritura. También pueden influir factores ambientales como las condiciones de almacenaje, que puede haberse prolongado varios siglos. Gracias a la labor de Inkcor, ahora se puede pronosticar el estado de los documentos históricos en los que se haya empleado tinta ferrogálica. Los conservadores de museos y archivos pueden emplear esta información para planificar las medidas más adecuadas para proteger los documentos que tienen a su cargo.