Tratamiento ecológico de las malas hierbas
Los científicos agrícolas luchan constantemente por mejorar la producción y reducir la mismo tiempo los gastos y los impactos negativos sobre el medio ambiente. La aplicación de herbicidas y pesticidas es una de las actividades más perjudiciales asociada a la agricultura de gran escala. Las toxinas acaban en los cultivos, el suelo, el agua subterránea e incluso suspendidas de nuevo en la atmósfera. Financiado en el marco del programa LIFE QUALITY, el consorcio FATEALLCHEM buscó métodos más ecológicos de controlar las malas hierbas. Su investigación consistió fundamentalmente en evaluar la capacidad de las sustancias alelopáticas, toxinas vegetales naturales, para combatir las malas hierbas. Se analizaron en detalle los efectos de dos aleloquímicos, las benzoxazinonas DIMBOA y DIBOA, sobre los cultivos y sobre la maleza. El coordinador de FATEALLCHEM, el Instituto danés de Ciencias Agrícolas (DASI), supervisó los experimentos. Se recogieron datos sobre el terreno de la germinación, el crecimiento del brote y el crecimiento de las raíces. Se observaron reducciones en los índices de crecimiento radical, pero la aplicación de aleloquímicos afectó muy poco a la germinación. Una vez introducidos en el suelo, las benzoxazinonas DIMBOA y DIBOA se descompusieron en metabolitos. Se comprobó que algunos de estos metabolitos, como el APO, presentaba niveles aún más altos de fitotoxicidad. Por último, y al contrario de la creencia popular, DASI no detectó ningún efecto positivo de la combinación de DIMBOA, DIBOA y sus metabolitos. Estos primeros resultados justifican la necesidad de continuar investigando antes de emprender ningún programa de control de malas hierbas con aleloquímicos.