Medición de la erosión en hábitats sometidos a mareas
Las marismas y las planicies de marea son ecosistemas muy productivos que brindan sustento a grandes poblaciones de aves zancudas y sirven de criaderos a diversos alevines. Además, cumplen una función de «amortiguación» frente a la erosión que ocasiona el mar en la línea de costa. Lamentablemente, estas regiones sometidas a mareas están expuestas a actividades humanas tales como la urbanización y la explotación industrial y también pueden verse amenazadas por el cambio climático mundial. El proyecto comunitario TIDE se puso en marcha para contribuir a la protección de los humedales litorales y los entornos sometidos a mareas de Europa, tales como marismas salinas, lagunas y estuarios. Los trabajos incluyeron la creación de modelos informáticos con los que se pretendía explicar mejor los procesos de erosión, distribución y transporte de sedimentos. Científicos de la Universidad de St. Andrews (Escocia, Reino Unido), asociada al proyecto, crearon un medidor de fuerza de cohesión (cohesive strength meter, CSM), que permite medir rápida y fácilmente la estabilidad y la erosión de los depósitos intermareales, que están expuestos al aire durante la bajamar y quedan sumergidos por la pleamar. El CSM contaba con un depósito lleno de agua fijado a la superficie del sedimento. Un chorro de agua erosiona una zona reducida de la superficie del sedimento en el interior de dicho depósito. La fuerza aplicada se puede incrementar sistemáticamente en cada chorro de agua durante un tiempo determinado. La intensidad de la erosión se determina midiendo la disminución de la luz infrarroja transmitida a través del depósito por efecto del material en suspensión. Los datos de los experimentos de erosión se registran en la unidad central de procesamiento incorporada al dispositivo y se envían a un ordenador para su posterior análisis. Los resultados permiten medir a lo largo del tiempo los cambios en la estabilidad de los sedimentos. La información recabada por el equipo científico puede emplearse para crear mejores modelos informáticos de terrenos sometidos a la acción de las mareas. El perfeccionamiento de las simulaciones hará posible la construcción de defensas rentables para prevenir la erosión costera y también permitirá mejorar las estrategias de gestión del medio litoral.