Aprender sobre el aprendizaje
La ciencia ha avanzado a pasos agigantados durante el último siglo, pero no ha conseguido aún comprender totalmente la manera en que la información sensorial procedente del mundo exterior nos afecta en realidad y controla nuestra conducta. La ciencia sabe que el condicionamiento positivo o negativo desempeña una función importante, pero la «circuitería» o actividad cortical subyacente a este fenómeno siguen sin conocerse con seguridad. El proyecto financiado con fondos comunitarios SomatoLearning («Los circuitos corticales del aprendizaje asociativo»), se ha propuesto precisar los mecanismos relacionados con los circuitos corticales del aprendizaje asociativo. Es sabido que distintas partes de la corteza cerebral siempre están relacionadas con estímulos sensoriales específicos. Por ejemplo, si se tira del bigote de un ratón y al mismo tiempo se le suministra una descarga eléctrica, se amplía una parte muy específica del córtex. No obstante, siguen sin conocerse los entresijos que provocan estos procesos. Cualquier hallazgo en este sentido tendría muchas implicaciones sobre la respuesta conductual al miedo controlada por estos circuitos. SomatoLearning está identificando los circuitos corticales responsables de la transformación del aprendizaje e investigando los mecanismos celulares implicados. Para ser más precisos, está comprobando las relaciones que existen entre los cambios en los circuitos y la respuesta conductual. A través de pruebas de condicionamiento realizadas sobre ratones en un laboratorio los investigadores escanean las células con ópticas láser láseres ópticos y otras tecnologías avanzadas para examinar conexiones neuronales concretas relacionadas con el aprendizaje asociativo. Los procesos tradicionales anteriores a esta tecnología consistían en un registro minucioso y laborioso de cada célula conectada a una neurona, una por una, hasta generar un mapa. La técnica ha acelerado este proceso en gran medida, hasta reducir la duración del proceso a unos minutos. Así pues, esta tecnología añade una dimensión nueva e importante al conocimiento del aprendizaje, y, gracias a su empleo en el proyecto, se ha logrado demostrar y descartar gran cantidad de hipótesis. Lo que es más importante, los hallazgos contribuyen significativamente a aclarar la muy discutida función de la flexibilidad o plasticidad cortical en la memoria asociativa pues están desvelando correlaciones exactas entre la plasticidad de las proyecciones identificadas y las propiedades de la respuesta al miedo. Finalmente, la identificación precisa de estos circuitos implicados en el aprendizaje guiará la manera de investigar los mecanismos moleculares, y ayudará a desvelar las causas que provocan dificultades en el aprendizaje.
