Estudios sobre la vitamina K contribuyen al desarrollo de nuevas terapias
Entre las proteínas dependientes de la vitamina K se encuentran los anticoagulantes proteína S y Gas6 (growth arrest-specific 6, o gen específico de supresión de crecimiento 6), que poseen una estructura similar y se producen en el hígado, la retina, el cerebro y los testículos. El proyecto financiado con fondos europeos Phagocytosis («Mecanismos moleculares subyacentes al vínculo entre las proteínas dependientes de la vitamina-K —Gas6 y proteína S— y la fagocitosis de células apoptóticas durante la diferenciación celular») investiga la función de la vitamina K por lo que se refiere a regular la capacidad de la membrana celular para envolver partículas resultantes de la descomposición de células. Este trabajo favorecerá el desarrollo de nuevas terapias contra trastornos relacionados con la diferenciación celular. Los investigadores del equipo han desarrollado concretamente una técnica basada en un cultivo de células de Sertoli, unas células muy especializadas halladas en los testículos. Dicho cultivo celular se expuso bien a sustratos de tejidos específicos (testiculares) o bien a un sustrato de tejido no específico (retinal) y se analizó durante la fagocitosis. Una fagocitosis defectuosa puede dar lugar a deficiencias durante la diferenciación celular, que es el proceso por el que una célula genérica se especializa. Los resultados obtenidos hasta la fecha han indicado que la naturaleza del sustrato constituye un factor importante que debe tenerse en cuenta al estudiar el mecanismo molecular por el que tiene lugar la fagocitosis. Esta investigación ha ayudado a dilucidar la función de la proteína S, un factor dependiente de la vitamina K, como regulador de la fagocitosis en células apoptóticas. La apoptosis es la muerte normal y programada de una célula en un ser vivo, tras la cual se generan células nuevas. La iniciativa Phagocytosis está facilitando una comprensión más clara de la eliminación del sustrato apoptótico tanto en estados sanos como patológicos. Ello puede favorecer el desarrollo de terapias nuevas contra afecciones relacionadas con defectos de la fagocitosis, como son algunas enfermedades neurodegenerativas, la ceguera y la infertilidad. Todas ellas son dolencias que no dejan de cobrar importancia a medida que envejece la población europea.