Una batería fría al servicio de la energía eólica
El proyecto financiado con fondos europeos Night Wind («Arquitectura en red para la producción de energía eólica con almacenamiento mediante cambio de la carga en almacenes frigoríficos») tenía la finalidad de utilizar almacenes frigoríficos como baterías gigantes al servicio de la energía eólica. De este modo, toda la electricidad producida durante la noche mediante aerogeneradores por toda Europa podría almacenarse y después introducirse en la red eléctrica durante las horas diurnas de consumo máximo. Dado que la energía eólica no se produce de manera constante sino esporádica, desde los puntos de vista energético y medioambiental interesa almacenarla durante la noche para posibilitar un suministro constante de electricidad en las horas punta del día. Para cumplir sus objetivos, el equipo de Night Wind investigó el uso de la tecnología existente y la perfeccionó integrando sistemas para el control de la temperatura en los almacenes mencionados. Esta labor reviste especial importancia cuando se trata de sistemas que funcionen en modo aislado, que consiste en el suministro de energía excedente a la red desde aerogeneradores situados a gran distancia de los almacenes frigoríficos. El proyecto dio comienzo con un análisis de las ventajas económicas del almacenaje de la energía eólica. A continuación se utilizaron potentes herramientas de simulación y se diseñaron estrategias de control para conseguir el sistema propuesto. Luego se diseñaron y modelaron infraestructuras para el funcionamiento en modo aislado de sistemas de energía eólica. También se programó el software necesario. Los responsables de Night Wind debían tener presente la conservación de los productos alimentarios congelados guardados en los almacenes frigoríficos existentes y la compatibilidad de ello con este nuevo uso añadido. Se estudiaron las implicaciones legales, como las relacionadas con licencias y la legislación sobre seguridad alimentaria, y también cuestiones técnicas tales como posibles fluctuaciones de la temperatura. Se realizaron ensayos en condiciones reales en almacenes prestando una atención especial a la calidad de los alimentos. Dentro del plazo asignado al proyecto no fue posible crear un sistema completo de control, pero Night Wind sí puso de manifiesto el potencial de esta propuesta y llevó a cabo una labor investigadora importante en la que se podrán sustentar futuros proyectos. Si en último término esta tecnología llegase a aprovecharse, podría repercutir positivamente en el consumo de energía, la reducción de las emisiones y la competitividad de las pequeñas y medianas empresas relacionadas con las instalaciones de almacenamiento frigorífico.
