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Reportaje - El desarrollo de una red de Internet más inteligente

Como resultado de la proliferación de teléfonos, televisiones y vehículos inteligentes, el número de dispositivos conectados a Internet podría alcanzar los 50 000 millones en 2020. Un equipo de científicos financiado con fondos comunitarios se ha puesto manos a la obra para crear una red de Internet más inteligente capaz de asumir este crecimiento tan espectacular.

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La Internet de los objetos -vehículos, dispositivos y sensores que conectan objetos cotidianos- ya ha adquirido unas dimensiones muy superiores a las de la Internet de las personas y los enlaces entre páginas. Prueba de ello es el hecho de que en 2008 había más dispositivos conectados a Internet que habitantes en el planeta Y, según prevén los especialistas, el número de «dispositivos conectados» seguirá aumentando. No es de extrañar si consideramos iniciativas como las de una empresa neerlandesa de nueva creación llamada Sparked que se dedica a implantar sensores inalámbricos conectados a Internet en cabezas de ganado. Teniendo en cuenta que existen en torno a 1 300 millones de reses en todo el mundo, se trata de un número nada despreciable de conexiones. El sector de la automoción es otro de los principales usuarios de la tecnología de sensores. Los coches inteligentes del futuro dispondrán de sensores de posición, aceleración, orientación y proximidad que permitirán intercambiar información con otros vehículos cercanos y con las infraestructuras viarias. «Sin duda Internet está experimentando un rápido crecimiento, más acusado que nunca, y se añaden nuevos tipos de dispositivos constantemente», explicó Philip Eardley, coordinador técnico de un ambicioso proyecto financiado con fondos comunitarios denominado Trilogy , cuyo objetivo era, como reza su subtítulo, «Rediseñar Internet» y desarrollar nuevas tecnologías capaces de satisfacer las necesidades de la «Internet del futuro», ya en ciernes. «Abordamos la cuestión de cómo gestionar una red común en la que tengan cabida toda una serie de demandas enfrentadas haciendo el mejor uso posible de la capacidad de la red», comentó el Sr. Eardley. Las tecnologías de la «Internet del futuro» se encuentran entre las principales prioridades de investigación de la Unión Europea, que destina fondos para probar nuevas tecnologías que catalicen la evolución y adaptación de la red con el paso del tiempo, ya que ésta, lejos de ser el mero sistema de comunicación que se pretendía en un principio, se ha convertido en el pilar básico de la sociedad moderna. Las iniciativas de la «Internet del futuro» pretenden evitar que este pilar básico se desmorone debido a la presión de una avalancha incesante de demandas. Se trata de una tarea de vital importancia, y Trilogy puso a su servicio a un elenco de destacados expertos de todo el mundo. Además del grupo BT Innovate & Design, al frente del proyecto como coordinador del consorcio, Trilogy contó con la participación de NEC Europe, Roke Manor Research y el University College de Londres, todas ellas entidades radicadas en Reino Unido. También colaboraron empresas punteras, como Nokia (Finlandia), Eurescom y Deutsche Telekom (Alemania), y la Universidad Católica de Lovania (Bélgica), la Universidad Carlos III de Madrid (España), la Universidad de Ciencias Económicas y Empresariales de Atenas (Grecia) y la Escuela de Derecho de Stanford (Estados Unidos). Trilogy se propuso analizar los problemas que plantean los estándares de Internet empleados actualmente, especialmente el «Protocolo de Control de Transmisión» (TCP), creado por Vint Cerf y Bob Kahn allá por 1974. A pesar de que este protocolo ha demostrado sobradamente su eficacia para asumir el crecimiento vertiginoso de Internet, es susceptible de mejora. Éste fue uno de los principales objetivos que se fijó Trilogy. La búsqueda del equilibrio Las tecnologías de Internet se mueven en un estrecho margen: si no se controlan suficientemente la red se colapsaría y el caos estaría asegurado, pero un control excesivo lastraría la innovación. Los creadores de protocolos de Internet deben asegurarse de que sus innovaciones no terminan estancadas en callejones sin salida tecnológicos. Una de las aportaciones de Trilogy fue el TCP Multirruta (MPTCP), un protocolo que permite distribuir una conexión por TCP convencional a través de varias rutas al mismo tiempo y ofrece más resistencia a la red dado que la conexión no se interrumpe aunque falle una de las rutas. Por otra parte, este protocolo aumenta la eficiencia de Internet al aunar distintos recursos. Los datos se transmiten de forma simultánea por varias rutas, y el emisor se adapta rápidamente para enviar más tráfico por aquellas que estén menos congestionadas y menos por las más sobrecargadas. El MPTCP aporta una movilidad de datos mucho mayor y adaptable a la ubicación del receptor, independientemente de la red empleada para transmitirlos. Por ejemplo, con el MPTCP es posible comenzar a descargar una película a través de 3G o 4G y posteriormente aprovechar la capacidad de una red Wi-Fi si el usuario entra en su área de cobertura. En palabras del Sr. Eardley, «El MPTCP permite aprovechar mejor la capacidad disponible y aumentar la resistencia de la red, dado que los datos se transmiten a través de varias rutas». Otra de las aportaciones de Trilogy al MPTCP consistió en desarrollar un algoritmo de control de la congestión que distribuye el tráfico entre distintas rutas, de manera que se evita transmitir los datos a través de rutas saturadas y se explota la capacidad desaprovechada de otras. Descongestionar la red Conscientes de que la congestión es, sin lugar a dudas, uno de los principales problemas a los que se enfrenta Internet, los miembros de Trilogy desarrollaron un protocolo especial que, unido a las mejoras introducidas en el MPTCP, ayudará a resolverlo. Este nuevo protocolo, denominado CONEX («Exposición a la congestión»), permite a todos los dispositivos IP conectados a una ruta comprobar el nivel de congestión total y extremo a extremo. CONEX ofrece al operador información más detallada que puede emplearse para optimizar los mecanismos de gestión del ancho de banda. Los usuarios finales también pueden beneficiarse de CONEX, ya que su sistema operativo puede mejorar la calidad del servicio del sistema al completo en momentos de mucha sobrecarga. Ello permite, por ejemplo, continuar con una videoconferencia sin interrupciones al tiempo que se pausa una descarga, optimizándose así los recursos disponibles. Otra dimensión importante de la investigación consistió en desarrollar mecanismos para ayudar a solucionar otros problemas, tales como la validación de la dirección de origen o la transición del protocolo IPv4 al IPv6, esencial para la «Internet del futuro», ya que el número de direcciones IPv4 disponibles comienza a agotarse. El germen de este problema se encuentra en los propios orígenes de Internet, cuando se desarrolló un protocolo universal de asignación de direcciones que permitía a cualquier tipo de ordenador identificarse en la red. IP se creó en 1971, y su versión v4 salió a la luz en 1983. Nadie podía imaginar las cotas de popularidad que iba a alcanzar Internet. Tim Berners-Lee no inventó la web hasta 1989. En su época IPv4 era un estándar muy sólido que ofrecía más de 4 000 millones de direcciones codificadas en 32 bits. IPv6, su sucesor de 128 bits, ofrece una cantidad enormemente superior de direcciones, y las herramientas desarrolladas en el marco de Trilogy facilitarán la transición a esta nueva versión de IP. Trilogy hizo especial hincapié en la definición y el desarrollo de estándares, y participó activamente en el Grupo de Tareas de Ingeniería de Internet (IETF), el organismo encargado de normalizar las tecnologías de Internet. El proyecto resultó decisivo para la creación de dos nuevos grupos de trabajo en el seno del IETF, llamados MPTCP y CONEX. «Hemos presentado una cincuentena de propuestas de "Petición de comentarios" (RFC), de las cuales se han aprobado siete, a las que seguirán muchas otras. Asimismo, hemos publicado más de sesenta artículos», comentó el Sr. Eardley. Los RFC son estándares o documentos de carácter consultivo que han recibido la aprobación oficial del IETF. El proyecto Trilogy estudió detenidamente cómo aplicar los protocolos que había desarrollado a fin de que pudiesen implantarse de forma progresiva. «Esperamos que la aplicación para Linux del Protocolo MPTCP que hemos desarrollado pueda incorporarse al núcleo de este sistema operativo.» La experiencia demuestra que para que los nuevos avances tecnológicos de Internet puedan implantarse con éxito sólo es preciso que un par de grupos prestigiosos constaten sus ventajas. El proyecto Trilogy recibió fondos para investigación por valor de 5,82 millones de euros (de un presupuesto total de 9,82 millones de euros) mediante el subprograma «Red del futuro» perteneciente al Séptimo Programa Marco de la UE. Enlaces útiles: - proyecto Trilogy - registro de datos del proyecto Trilogy en CORDIS Artículos relacionados: - La Comisión pone fecha para el despliegue del IPv6 - Investigación europea para facilitar aún más la comunicación entre dispositivos inteligentes - «Asegurar la eficacia de Internet» - «Redes transparentes» - «La red de todo»