Endoscopios desechables para disminuir infecciones
La endoscopia se utiliza principalmente para examinar el aparato digestivo o respiratorio de un paciente mediante la inserción de un endoscopio, es decir, un aparato microscópico en miniatura. Los endoscopios tradicionales consisten en una fibra óptica conectada a una cámara que recoge imágenes del interior del cuerpo. Los endoscopios modernos son flexibles, lo cual permite al médico doblar y dirigir el instrumento. Sin embargo, la reutilización de los endoscopios y los procedimientos inadecuados de limpieza comprometen la esterilización de los mismos y pueden causar infecciones muy graves a los pacientes. Esta situación destaca también la necesidad de disponer de materiales endoscópicos especializados que puedan esterilizarse de manera fácil, fiable y rentable. Para abordar esta cuestión se han propuesto técnicas novedosas y trascendentales para la endoscopia digestiva. Se trata de cápsulas endoscópicas donde se graban imágenes mediante una cámara muy pequeña en forma de píldora que ingiere el paciente. En consonancia con esto, el proyecto financiado con fondos comunitarios DUET («Desarrollo de un instrumento endoscópico desechable») se centró en el desarrollo de endoscopios de un solo uso con el fin de disminuir el riesgo de contaminación cruzada e infecciones intrahospitalarias. Los socios del proyecto demostraron la viabilidad de fabricar endoscopios eficientes de coste rentable, que se puedan desechar de manera segura después de su uso y que, en su debido momento, puedan reciclarse. En suma, los resultados del proyecto suponen un adelanto para la tecnología de los endoscopios desechables y es posible que puedan aplicarse a otros aparatos. Los avances logrados en este ámbito mejorarán la accesibilidad y la flexibilidad de varias prácticas médicas.
