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EuropeaN Energy balance Research to prevent excessive weight Gain among Youth

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La prevención de la obesidad debe iniciarse a una edad temprana

El proyecto ENERGY se puso en marcha con el cometido de promover entre los menores de Europa un comportamiento saludable por lo que se refiere a lograr un equilibrio energético.Los esfuerzos realizados en este sentido constituyen una vía importante para abordar los problemas sanitarios derivados del sobrepeso y la obesidad.

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La prevención de la obesidad debe iniciarse a una edad temprana, dado que el hecho de desarrollar sobrepeso u obesidad en la adultez puede predecirse en función de si se tiene sobrepeso en la infancia y la adolescencia. Uno de los colectivos principales hacia los que dirigir la prevención de la obesidad son los niños en edad escolar.El propio entorno escolar es propicio para la realización de intervenciones para la promoción de la salud. En el caso concreto de la prevención de la obesidad, los centros escolares resultan aún más idóneos, puesto que la mayoría de los menores consume una cantidad abundante de alimentos en sus dependencias y, además, en ellas se dispone de instalaciones para practicar la educación física. El proyecto «European energy balance research to prevent excessive weight gain among youth» (ENERGY) fue fruto de una cooperación entre quince entidades de toda Europa. Sus participantes efectuaron una revisión de la bibliografía pertinente que puso de relieve una serie de cuestiones relevantes. En concreto, los elementos más destacados para la predicción de la actividad física en los menores fueron la actividad física de los progenitores, la práctica de actividades físicas con estos y el apoyo logístico brindado por los mismos. Se llevó a cabo una encuesta paneuropea a gran escala entre más de mil menores de entre diez y doce años en siete países europeos, en particular Bélgica, Grecia, Hungría, Países Bajos, Noruega, Eslovenia y España. En esta encuesta se medía el peso y la estatura de los menores y había preguntas relativas a varias conductas pertinentes para el equilibrio energético, concretamente costumbres dietéticas, actividad física y hábitos sedentarios. Los datos recabados, con los que se calcularon promedios para los siete países estudiados, apuntaron a grados elevados de obesidad y sobrepeso entre los menores europeos: uno de cada veinte niños era obeso, mientras que cuatro de cada veinte tenían sobrepeso. Los porcentajes más bajos se registraron en Noruega, donde había un niño obeso de cada setenta, y los más elevados —uno de cada diez— en Grecia, donde además se observó el nivel más bajo de actividades deportivas. Según las pesquisas, las diferencias sociales desempeñaban también una función influyente. Por norma general, los niños cuyos progenitores poseen un nivel de estudios alto suelen presentar comportamientos más positivos en cuanto al equilibrio energético y también ser más delgados, con las excepciones de Grecia y España. Un análisis más profundo de los datos reveló que los comportamientos obesogénicos se asocian con una serie de factores posiblemente determinantes en relación con cada individuo, cada unidad familiar y cada entorno escolar. Concretamente, se atribuyó una importancia crucial al papel de los padres, como modelos de referencia, promotores, fijadores de normas y límites y protagonistas de distintos estilos de paternidad. Toda intervención enfocada hacia cambios en el comportamiento debe ser sensible a esos matices. Específicamente, las diferencias culturales y en el estilo de vida se deben interpretar en el contexto de los recursos familiares, incluyendo las destrezas, el nivel educativo, los recursos económicos y el acceso a apoyo y a información sanitaria. Los integrantes de ENERGY programaron una intervención dirigida en concreto a reducir los comportamientos sedentarios. Ésta se puso a prueba en Bélgica, Alemania, Grecia, Hungría y Noruega. Las partes interesadas (menores, docentes y demás personal escolar) alabaron y valoraron positivamente esta intervención.Los resultados de la iniciativa ENERGY aportan datos de importancia para todos los interesados en el sector de la salud y suponen una contribución para avanzar hacia una prevención eficaz de la obesidad y promover la salud en Europa.

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