Nuevos analgésicos para aliviar el dolor provocado por el cáncer
El manejo del dolor relacionado con el cáncer supone un reto de primer orden para la medicina moderna. La reducción del intenso dolor que sufren los pacientes de cáncer se logra mediante distintos analgésicos por vía oral o transdérmica. No obstante, los efectos secundarios asociados a estos fármacos frenan su uso generalizado, por lo que es necesario desarrollar alternativas que presenten un índice de tolerancia mayor. Los pacientes de cáncer presentan cambios en la expresión de receptores pro y antinociceptivos en los sistemas nerviosos central y periférico. Estos receptores responden a los estímulos de dolor enviando señales nerviosas al cerebro y la médula espinal. La modulación de estos receptores mediante distintos ligandos puede ser la clave que permita bloquear la transmisión de señales nociceptivas y por tanto reducir el dolor. En este concepto se basó el proyecto Normolife («Desarrollo de nuevas sustancias terapéuticas y estrategias para el tratamiento del dolor en pacientes en fases avanzadas de cáncer»): el desarrollo de compuestos innovadores que interactúen con receptores y supresores de la generación y transmisión de señales nociceptivas. Combinando tecnologías químicas y farmacológicas, los equipos del proyecto sintetizaron más de cien compuestos diseñados mediante análisis teórico. Éstos se ensayaron in vitro para evaluar de modo funcional la forma en la que se unen a receptores opioides. Los candidatos más adecuados se seleccionaron para su estudio en modelos animales de dolor provocado por cáncer en metástasis. El proyecto Normolife logró desarrollar y proponer compuestos analgésicos nuevos especialmente indicados para el control del dolor crónico. Los descubrimientos del proyecto proporcionaron nuevos datos sobre la fisiología de la percepción y el control del dolor. Se espera que la promoción de las moléculas para su posterior desarrollo comercial como medicamentos revolucione la medicina moderna y logre aplicaciones inmediatas en el tratamiento del dolor en fases avanzadas del cáncer.