El turismo cultural toma forma en Europa
Cada vez más viajeros buscan experiencias culturales y vivencias con sabor local y la industria turística no es ajena a esta situación. El arte, la historia, la cultura, las tradiciones, el patrimonio y la singularidad son elementos a los que el turista sofisticado de hoy en día concede mucha más importancia a la hora de escoger un destino vacacional. Por ello en el proyecto financiado con fondos europeos Picture («Gestión previsora de las consecuencias del turismo cultural en los recursos y las economías urbanas») se pretendía desarrollar un marco para la gobernanza del turismo cultural en ciudades europeas. Dicho marco debía servir para establecer y analizar políticas en materia de turismo centradas en la diversidad del patrimonio y la calidad de vida en los centros urbanos. El primer tramo del proyecto consistió en elaborar un plan de gestión sostenible del turismo cultural a base de conocer más a fondo los efectos dinámicos del turismo en ciudades de tamaño pequeño y mediano. Se realizó una evaluación comparativa de distintos enfoques de la gobernanza urbana con los que impulsar el turismo cultural y un renacimiento urbano. Seguidamente, el equipo del proyecto creó metodologías y herramientas para evaluar las repercusiones del turismo cultural en ciudades pequeñas y medianas, siendo éste uno de los logros más destacados de Picture. El procedimiento de evaluación del impacto consta de diez pasos mediante los que gestionar adecuadamente las repercusiones y desarrollar un turismo cultural sostenible. En la fase final del proyecto, sus responsables difundieron los resultados obtenidos y promovieron su aprovechamiento. Los esfuerzos se centraron en ciudades que no eran destinos de turismo cultural pero que reunían las condiciones necesarias para serlo. Se estableció un centro de recursos informáticos y un sitio web para facilitar la divulgación. Reúne directrices, recursos digitales, mejores prácticas y métodos de gobernanza, todo ello orientado a que las ciudades interesadas cumplan sus objetivos en este sector. Así pues, las ciudades de Europa tienen a su alcance un conjunto de herramientas de gran utilidad con las que erigirse en destinos de turismo cultural y reforzar su economía de formas novedosas.