Las nuevas barreras para carreteras y vías férreas mantienen el ruido a raya
Una de las grandes ventajas de la vida moderna es la posibilidad de trasladarse rápida y fácilmente de un lugar a otro. Sin embargo, el transporte también tiene sus inconvenientes. Es conocido que el ruido de las carreteras y el ferrocarril afecta negativamente a la salud física y mental de quienes viven en sus alrededores. La Unión Europea está abordando esta cuestión mediante la implantación de normas cada vez más restrictivas sobre el ruido. Para que los Estados miembros puedan cumplirlas, es necesario desarrollar nuevas técnicas de atenuación del ruido. Este fue el objetivo del proyecto Calm Tracks and Rout («Innovación en barreras sonoras: mejora de la atenuación del ruido en carreteras y ferrocarriles»), financiado por la Unión Europea.La investigación se centró en mejorar unas barreras de sonido ya existentes, llamadas Lärmspoiler®, producidas por el socio coordinador del proyecto, Calma-Tec. Se construyeron varios prototipos nuevos empleando materiales y formas avanzados con el fin de mejorar la refracción del ruido, básicamente mediante la desviación de éste para alejarlo de los habitantes del lugar. Los investigadores también intentaron alterar las frecuencias del ruido para que fuese menos molesto para el oído. Como resultado, se creó una nueva versión de Lärmspoiler® capaz de soportar incluso la elevada presión generada por los trenes de alta velocidad, una forma de transporte cada vez más extendida en toda Europa. También se desarrolló un elemento complementario a estas barreras, llamado PIN-spoiler, que se puede montar sobre las barreras ya existentes a fin de reducir todavía más la contaminación acústica. Finalmente, se logró avanzar en la reducción del peso de las barreras para carreteras sin renunciar a su resistencia ni su durabilidad. Iniciativas financiadas por la Unión Europea como Calm Tracks and Rout contribuyen a lograr que los viajes por carretera y ferrocarril sean sostenibles en el futuro.