Descontaminación in situ de suelos
En el lugar de pruebas de ECO-SOIL, el suelo y las aguas subterráneas estaban contaminados con aceite mineral y el agente de limpieza en seco PCE (conocido como tetracloroetileno, tetracloroetano o percloroetileno). La remediación del sitio se realizó siguiendo el método ECO-SOIL, que implica perforaciones horizontales en el suelo. En cada uno de los agujeros horizontales paralelos existe una zanja que se llena con materiales biosorbentes comocarbón activado, que se comparó con alternativas como la turba, la corteza de pino y polímeros sintéticos. Tras un período de tiempo adecuado para lograr el efecto de descontaminación deseado, el sistema se extrajo y, en el caso de la corteza de pino, se regeneró para su posterior reutilización. La corteza de pino modificada y contaminada con aceite mineral pudo reutilizarse fácilmente tras someterla a un proceso de biodegradación en condiciones controladas. Sin embargo, los hidrocarburos clorados tales como PCE resultaron muy volátiles y para degradarlos resultaba necesario añadir al sorbente otros productos contaminantes. Los socios del proyecto diseñaron y construyeron el sistema ECO-SOIL, ubicándolo en el lugar de perforación más adecuado en función de las condiciones en el suelo. El dispositivo incluyó un taladro montado en un sistema transportador y un lubricante que se utilizó para enfriar la broca. En el interior de los agujeros existen filtros que sirven para permitir que el agua subterránea se escurra a través de ellos, así como para asegurar espacio suficiente para los veinticinco metros de zanja llenos de los diferentes sorbentes (a razón de cinco metros cada uno). Los investigadores del proyecto analizaron periódicamente muestras de sorbentes, suelo y aguas subterráneas para determinar su contenido en aceite mineral e hidrocarburos clorados. Además, sometieron a pruebas a los microorganismos que viven en los sorbentes utilizados para descontaminar con el método ECO-SOIL. Los científicos también investigaron la reutilización del sorbente. Los miembros del consorcio aplicaron la técnica de este proyecto financiado por la Unión Europa a una amplia gama de suelos contaminados y probaron el rendimiento de diferentes materiales adsorbentes con objeto de establecer sistemas selectivos para cada tipo de contaminante. Gracias al proyecto se pudo tratar adecuadamente la contaminación del suelo bajo edificios e infraestructuras con un sistema reutilizable.