Transformar el riego deficitario en ganancias El riego deficitario es una técnica de irrigación que consiste en administrar agua únicamente durante los períodos vulnerables a la sequía de un cultivo determinado. Por medio de un proyecto financiado con fondos europeos se ha investigado el uso de este sistema en la cuenca mediterránea. Cambio climático y medio ambiente © Thinkstock Para aplicar correctamente el riego deficitario se precisa un conocimiento exacto de la respuesta productiva del cultivo al agua así como del impacto económico de eventuales disminuciones de la cosecha. En aquellas regiones en las que el suministro de agua está limitado, a veces resulta más provechoso para el agricultor optimizar la productividad hídrica de los cultivos que maximizar la cosecha por unidad de tierra. El consorcio multidisciplinario responsable del proyecto DIMAS («Riego deficitario en sistemas agrícolas mediterráneos») se propuso evaluar esta técnica para reducir la cantidad de agua de riego empleada y, al mismo tiempo, mantener los beneficios para los agricultores. Los investigadores de DIMAS validaron satisfactoriamente un modelo de simulación basado en datos de campo recabados en ensayos con distintos grados de estrés hídrico y con los principales cultivos de regadío de la cuenca mediterránea. En concreto, el trigo, el girasol, el algodón, la aceituna, el pistacho y cítricos. Dicho modelo se basó en directrices de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO). Además, el equipo de DIMAS desarrolló un conjunto exhaustivo de prácticas y recomendaciones relacionadas con el riego deficitario tendentes a garantizar la sostenibilidad de los métodos aplicados. Para todo ello se tuvieron en cuenta factores de índole física, cultural y socioeconómica. La simulación se combinó con modelos de optimización económica, de manera que DIMAS determina las condiciones para aplicar esta técnica de riego en zonas concretas. Los resultados se difundieron entre los interesados de varios sistemas agrícolas y se está a la espera de valoraciones por parte de asociaciones de agricultores y juntas de regantes. Se espera que los resultados de este extenso estudio propicien un aprovechamiento más racional de los recursos hídricos disponibles. Sin duda, esta mejora vendrá acompañada de una reducción de los problemas medioambientales. La consecuente mayor aplicabilidad del riego deficitario impulsará el desarrollo sostenible en el sector agrícola mediterráneo.
