El fin de las fugas submarinas de petróleo
Muchos son los petroleros que han naufragado por diversas razones y han contaminado gravemente los mares y ecosistemas del entorno. El proyecto DIFIS («Embudo invertido doble para intervenciones en naufragios»), financiado por la Unión Europea, pretendía recuperar hidrocarburos de navíos hundidos incluso a grandes profundidades. El sistema cuenta con una cúpula hecha a partir de un tejido, así como con una tubería elevadora fabricada con un material flexible e hilo sintético resistente. También incluye una campana de almacenamiento a cincuenta metros bajo el agua para mantener flotante la tubería elevadora. Se trata de un sistema pasivo, resistente y rentable que requiere únicamente una supervisión periódica y la retirada del petróleo recogido. Para instalar el sistema es necesario realizar un estudio del lugar para identificar naufragios, colocar bloques de anclaje y lanzar la cúpula al agua. A continuación se procede a la construcción y el descenso de la tubería elevadora. Posteriormente, se despliega la cúpula y se instala la campana de almacenamiento, momento en el que el sistema puede desconectarse finalmente del buque de instalación. Se realizaron varias series de pruebas para analizar el movimiento, las cargas y la tensión en las amarras y la manguera de descarga, entre otros componentes, para garantizar la viabilidad del concepto. Se llevaron a cabo pruebas aún más exigentes relativas a la supervivencia, el funcionamiento, la descarga y la puesta en servicio. Todas las pruebas fueron satisfactorias, demostrándose que el sistema es muy prometedor si se aprovecha todo su potencial. Los resultados de DIFIS deberían ejercer un impacto positivo sobre los hábitats marítimos y salvar muchos ecosistemas de la destrucción, conservando la biodiversidad y evitando desastres ecológicos a gran escala.
