Mejoras en la comprensión de la percepción espacial en el cerebro
La capacidad para orientarse reside en una región especializada de la corteza cerebral de los mamíferos denominada corteza entorrinal. La información sobre la localización, la dirección y el destino se procesa en unas neuronas especializadas conocidas como células en malla. Los campos de estímulo de estas células presentan una disposición espacial específica, repitiéndose a intervalos regulares, y su intensidad aumenta progresivamente a lo largo del eje dorsoventral. El objetivo del proyecto Entorhinal Circuits («Representación espacial del circuito neuronal entorrinal») consistió en estudiar la localización de estas células elaborando un mapa neural. En concreto, los científicos plantearon la hipótesis de que la expansión topográfica de las células en malla está relacionada con cambios en las propiedades celulares, particularmente significativos en la corriente (Ih) que atraviesa los canales dependientes de nucleótidos cíclicos activados por hiperpolarización. Mediante el empleo de animales transgénicos con la expresión del gen HCN1 inactivada específicamente en el prosencéfalo, los investigadores demostraron que esta proteína transmembrana regula las propiedades de las células en malla, especialmente su tamaño y su disposición espacial. Esto indica claramente que HCN1 es crucial para la representación espacial en el circuito entorrinal. Además, estos resultados suponen que durante el desplazamiento debido al movimiento del propio individuo, la corriente que atraviesa la proteína HCN1 es la responsable de transformar las señales de movimiento en campos de estímulo espaciales. Los resultados del proyecto Entorhinal Circuits han proporcionado información muy valiosa acerca de algunos de los principios fundamentales del ensamblaje neuronal, así como sobre la operatividad de los microcircuitos en la corteza cerebral de los mamíferos. Los conocimientos generados permitirán profundizar en el conocimiento del papel de la corteza entorrinal en diversas enfermedades neuronales, como el Alzheimer y la esquizofrenia.