Efecto de las hormonas sexuales en el centro de recompensa cerebral
En neurociencia, se conoce como sistema de recompensa cerebral al circuito neural cuya activación por factores que nos agradan, como la comida o la buena música, induce la sensación de placer. La vía de recompensa ha evolucionado hacia la satisfacción de algunos aspectos necesarios para la supervivencia del ser humano, como la alimentación o el apareamiento. Generalmente, durante el envejecimiento normal se producen deficiencias cognitivas y la disfunción del sistema dopaminérgico. En muchas enfermedades neurológicas y psiquiátricas sucede algo parecido. Por otra parte, el estrógeno puede paliar los daños producidos por los accidentes cerebrovasculares y la neurodegeneración asociada a la demencia. Mientras que el efecto de los estrógenos en la prevención de las pérdidas cognitivas asociadas a la edad se conoce con precisión, no existe mucha información acerca de la relación del envejecimiento y la terapia de reemplazamiento hormonal (TRH) con el sistema de recompensa. El objetivo principal del proyecto AGING Hormone, financiado por la UE, consistió en investigar este fenómeno. Más concretamente, los científicos analizaron los efectos de las hormonas esteroideas gonadales sobre el procesamiento de las recompensas y la toma de decisiones, tanto en mujeres de edad avanzada como en hombres jóvenes sanos. Mediante una combinación de imágenes por resonancia magnética funcional (IRMf) y técnicas de endocrinología, los investigadores estudiaron el efecto del tratamiento con HRT (17-beta estradiol y progesterona) o con el correspondiente placebo en mujeres en fase postmenopáusica temprana. En este estudio se incluyeron hombre jóvenes que habían sido sometidos a terapia con testosterona o con placebo. Los resultados obtenidos en las mujeres postmenopáusicas indicaron claramente que el tratamiento hormonal modula el sistema de recompensa y el control de la cognición. En los hombres, el estudio mostró que la testosterona tiene un efecto diferencial sobre el procesamiento de las recompensas. Aquellos sujetos a los que se administró tratamiento hormonal mostraron una mayor tendencia a penalizar las ofertas injustas y a recompensar las generosas, lo que sugiere que los efectos de la testosterona dependen del contexto social. En términos generales, los resultados del proyecto AGING Hormone sugieren que las hormonas esteroideas sexuales modulan el sistema de recompensa y los mecanismos de toma de decisiones en el ser humano. Estos descubrimientos tienen importantes consecuencias de cara a la comprensión de la vulnerabilidad frente al consumo de drogas, así como de determinadas alteraciones neuropsiquiátricas del comportamiento mediadas por las hormonas y relacionadas con el sexo.