Despojar al estafilococo de su recubrimiento protector
S. aureus puede formar estructuras, denominadas biopelículas, que ayudan a la bacteria a resistir a la terapia antimicrobiana. La formación de una película adherente y compuesta por varias capas de células microbianas densamente agrupadas que se rodean a sí mismas con polímetros secretados constituye una excelente barrera de protección contra cualquier acción dirigida a controlar las infecciones producidas tanto en los pacientes como en las instalaciones del centro hospitalario. La estructura de la biopelícula está compuesta principalmente por exopolisacáridos, elementos hacia los que se han orientado la mayoría de las iniciativas de investigación. El proyecto Protein-Biofilm («Caracterización de biopelículas dependientes de proteínas por Staphylococcus aureus»), financiado con fondos comunitarios, estudió una matriz de S. aureus que depende de proteínas para su desarrollo. El equipo del proyecto identificó y clasificó tres proteínas en la biopelícula de la bacteria: proteína A, proteína de unión a la fibronectina y proteína asociada a la biopelícula (Bap). Mediante el uso de técnicas adecuadas, tales como la cromatografía y espectrometría de masas de nanolíquidos en dos dimensiones (2D) y ensayos de adherencia e invasión, los científicos al cargo del proyecto investigaron las características de cada una de las proteínas que favorecen la correcta formación de la capa de protección. La proteína A es uno de los principales componentes de la matriz de la biopelícula y favorece la agregación bacteriana y la formación de la biopelícula. Esta proteína en concreto actúa como potenciador en condiciones de cultivos de flujo continuo y estáticos independientemente del importante exopolisacárido PIA-PNAG. Se descubrió que la inmunoglobulina A o los anticuerpos antiproteína A impiden que se produzca biopelícula a plena capacidad, una circunstancia de gran interés de cara al control de la infección. Veinte proteínas pertenecientes a la familia LPXTG intervienen en la producción de la biopelícula a modo de elementos constituyentes de la matriz de la misma. Se demostró que una de ellas, la proteína de unión a la fibronectina, desempeña una función importante en la producción de la matriz. La Bap puede inducir una matriz de biopelícula dependiente de proteínas en algunas cepas de S. aureus y favorecer la adherencia de las células bacterianas a dos linajes de células epiteliales. Otra proteína Gp96 se asocia a la inhibición de la invasión mediada por Bap en la superficie celular. S. aureus es una de las cinco causas más comunes de infección nosocomial y provoca a menudo infecciones postoperatorias de las heridas. S. aureus resistente a la meticilina (SARM) es la cepa más temida, puesto que ofrece resistencia a prácticamente todos los antibióticos. La identificación de nuevas dianas terapéuticas para la prevención del desarrollo de la biopelícula se erige como una solución muy útil en la lucha contra las infecciones de estafilococos que forman biopelículas mediante acumulación de proteínas.