Resguardar los monumentos de Europa frente a los grafitis
Los recubrimientos de superficies que protegen contra el grafiti se dividen en dos tipos: permanentes o sacrificiales. Los recubrimientos permanentes se aplican a materiales de poca porosidad como el metal o el cemento. No obstante, no son adecuados para su empleo en materiales antiguos y porosos como los usados en los monumentos. En estos últimos se utilizan en ocasiones recubrimientos sacrificiales, pero cabe la posibilidad de que se produzcan daños al sustrato durante el procedimiento de eliminación. El proyecto Graffitage creó un recubrimiento nuevo que puede contribuir a la lucha contra el grafiti. El nuevo sistema carece de las desventajas asociadas tradicionalmente a los materiales empleados para combatir el grafiti. El equipo de científicos creó un nuevo recubrimiento contra estas pintadas capaz de proteger los monumentos históricos al impedir que la pintura se adhiera a la superficie porosa. El recubrimiento está compuesto por un complejo de polianfolitos con aminas poliméricas modificadas mediante residuos de fluorocarbono. Los criterios que se plantearon para el nuevo recubrimiento incluyeron la transparencia, que fuera permanente en exteriores y permeable al vapor de agua pero impermeable a este elemento en estado líquido. Además el recubrimiento había de poseer una baja energía superficial que permitiera eliminar un grafiti mediante un sistema de limpieza de agresividad moderada diseñado ex profeso. Las pequeñas y medianas empresas (PYME) locales pueden ser las encargadas de su comercialización y aplicación y asumir además las actividades de limpieza. El proyecto Graffitage tendrá un impacto industrial importante en varios sectores que incluyen a los fabricantes de productos contra el grafiti, los restauradores y los encargados de la limpieza de estas pintadas. Estas actividades mejorarán la economía, beneficiarán a la sociedad en su conjunto y conservarán los monumentos y otras piezas del patrimonio cultural europeo.
