El agua en las tierras áridas
El agua es un ingrediente esencial para la agricultura, la biodiversidad y la vida humana y por tanto una fuente de vida. En las zonas áridas a menudo resulta muy complicado evaluar la cantidad de agua existente, un dato trascendental para administrar los recursos hídricos. El proyecto financiado con fondos europeos WADE («Recarga de acuíferos aluviales mediante riadas en entornos áridos») aplicó soluciones avanzadas para evaluar recursos hídricos mediante un seguimiento a largo plazo de acuíferos y fenómenos de inundación. Sus responsables propusieron un método innovador con el que medir los recursos hídricos sostenibles y así facilitar la gestión del agua. Con este propósito, el equipo de WADE dio con formas de extrapolar datos a partir de los registros disponibles sobre inundaciones y cambio climático. Además, cuantificó el volumen del agua procedente de riadas y su comportamiento, detectando los tramos de recarga hídrica que podrían resultar de utilidad para la gestión del agua en el futuro. Esto se complementó con trabajos para concienciar a las poblaciones interesadas de zonas áridas acerca de los recursos hídricos y los acuíferos aluviales. También implicó la promoción de la gestión hídrica mediante una colaboración más estrecha entre científicos, ingenieros, población local y demás partes interesadas, todo lo cual favorece en última instancia la recuperación del equilibrio en el ecosistema. Los responsables de WADE clasificaron distintas zonas en función de sus condiciones hidrológicas, geomórficas y relacionadas con fenómenos de aluvión, incluyendo también datos sobre los suelos y los sedimentos. Empleando equipo de seguimiento de alta tecnología, examinó reconstrucciones del comportamiento del agua superficial y subterránea en el transcurso de inundaciones, para así evitar pérdidas en los procesos de transmisión del agua. Por último, el equipo del proyecto emprendió un estudio en profundidad de los componentes históricos y socioeconómicos relacionados con la gestión hídrica con el fin de obtener un conocimiento más preciso sobre la manera en que se administra este valioso recurso. Los resultados y las herramientas asociadas para la gestión de los recursos se dieron a conocer entre las partes interesadas, situando de este modo las zonas áridas del planeta un paso más cerca de alcanzar la prosperidad económica y el bienestar.
