Hacia un aprovechamiento sostenible de la biomasa
El término biomasa se refiere a la energía renovable originada de materia biológica como pueden ser las plantas, materiales vegetales y estiércol. Para la obtención de biomasa pueden aprovecharse subproductos de la industria maderera, cultivos con fines específicamente energéticos o bien residuos biodegradables. Aplicando procedimientos de combustión, gasificación o pirólisis, esta biomasa se transforma a continuación en biocombustibles, energía térmica o electricidad que se emplean a su vez para generación de energía. El proyecto financiado con fondos europeos «Biomass mobilisation» (BIOMOB) definió desde una perspectiva empresarial distintas oportunidades de comercialización de los resultados de investigaciones aplicadas sobre la movilización de biomasa. Con este fin, el consorcio debía mejorar la transferencia de conocimientos desde las instituciones científicas hacia las empresas. Otro impedimento estribaba en el hecho de que, si bien la biomasa se produce en zonas rurales, la investigación sobre energías renovables suele tener lugar en centros urbanos. Para salvar las distancias, los socios de BIOMOB estudiaron formas de movilizar la capacidad de producción de biomasa de las zonas rurales. Los escollos de índole regional se abordaron detallando de manera exhaustiva los recursos de biomasa existentes en cada región y concretando posibles desajustes regionales entre recursos y capacidades de investigación y desarrollo tecnológico (IDT). Los resultados obtenidos indicaron que la producción de energía a partir de biomasa en ciertas regiones europeas se veía dificultada por la falta de información y la escasez de inversiones. Se determinó que la producción de energía renovable a partir de biomasa resultaba inviable económicamente en muchos casos, un problema agravado por la existencia de subsidios para cubrir los costes asociados a otras fuentes de energía. BIOMOB formuló recomendaciones tendentes a ampliar los sistemas locales para producción de energía a partir de biomasa y también para establecer cooperaciones a tal efecto. También se propusieron distintos procesos de innovación tecnológica y de trabajo en red en función de la distancia que mediase entre la biomasa y las redes de producción de energía. Los socios del proyecto centraron sus esfuerzos en tres tipos de estudios de caso que reflejaban las distintas organizaciones propias de las cadenas de utilización de biomasa, en concreto, una entidad interesada, un eslabón de una cadena y cadenas cooperativas de utilización de biomasa. La conclusión global del estudio fue que, para ser eficaces y sostenibles, las cadenas de utilización de biomasa debían ser multifuncionales en cuanto al uso del suelo y de la propia biomasa y contar con arraigo en las poblaciones locales. Se abordó la situación de subdesarrollo observada en cuanto a la producción de energía a partir de biomasa por medio de planes de actuación regional en los que se proponían estrategias de comercio de biomasa y programas de incentivos con el fin de generar oportunidades de inversión en este sector.
