Un frente común para estudiar la radioecología El interés por la energía nuclear no cesa. Sin embargo, la pericia técnica sobre el movimiento de radionúclidos en el medio ambiente y sobre los efectos de la radiación en los humanos y el medio ambiente se ha visto reducida sustancialmente. Sin embargo, esto va a cambiar gracias a un consorcio financiado con fondos comunitarios cuyos integrantes se han aliado para estudiar la radioecología. Cambio climático y medio ambiente © Thinkstock Muchos de los expertos en radioecología más prestigiosos del mundo están cerca de la jubilación, y la financiación para la formación y la investigación en este campo es insuficiente en casi todos los países europeos. Entender los efectos de las sustancias radioactivas en la naturaleza y viceversa será una pieza clave del programa mundial sobre energía nuclear y para los organismos interesados. Gracias a la financiación europea concedida al proyecto « Strategy for Allied Radioecology» (STAR), nueve organizaciones prestigiosas de ocho países europeos han constituido la Red de Excelencia STAR. STAR integrará con eficacia personal e infraestructuras y, de ese modo, conformará un frente unificado que favorezca el establecimiento de un Espacio Europeo de Investigación (EEI) efectivo. El nivel de especialización de los socios de STAR es extraordinario. En total se cuentan ciento setenta científicos considerados autoridades en una amplia gama de campos específicos y en el uso de al menos cuarenta modelos distintos para predecir el movimiento por el medio ambiente de las emisiones radioactivas y sus riesgos posibles para los humanos y el entorno. Además de contar con un amplio plantel de especialistas y un gran número de herramientas, el consorcio STAR ha desarrollado el primer portal en línea para intercambiar información y datos relacionados con la radioecología. A través de este portal se promoverá un acceso sencillo del público a información de proyectos de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) y se pueden consultar publicaciones y materiales de formación. Asimismo, el consorcio de STAR está analizando los efectos de diversos contaminantes sobre la flora, la fauna y las personas y perfeccionando los métodos predictivos para tratar de mejorar la eficiencia de los programas de protección del medio ambiente. Se están seleccionando terrenos contaminados que servirán como observatorios en los que comprobar hipótesis y comprender con mayor precisión el movimiento de los radionúclidos en el entorno, así como los efectos de una exposición crónica a radiación. Se han establecido agendas de investigación y los esfuerzos ya están dando frutos, pues ya se han publicado cinco artículos en revistas arbitradas. El equipo de STAR publicó la primera Agenda Estratégica de Investigación (SRA) en materia de radioecología y así se aseguró de que la UE disponga de una visión a largo plazo sobre cómo ampliar los conocimientos acerca de las interacciones de la radioactividad con los seres humanos y el medio ambiente. Los logros de STAR están haciendo posible la tan necesaria integración de la que actualmente carece el campo de la radioecología. STAR asegura la que la viabilidad de las competencias necesarias para evaluar el impacto de la radiactividad en los humanos y el medio ambiente.
