Determinación de las características de los fármacos sin pruebas con animales
Otra gran desventaja de las pruebas de fármacos es la falta de correlación de los efectos adversos, la respuesta a la dosis y la eficacia entre los animales y las personas. Lamentablemente para las empresas farmacéuticas, la toxicidad o falta de eficacia del fármaco detectada en esta última fase del desarrollo del fármaco significa un gran retroceso desde el punto de vista financiero. Una posible solución a este problema es incluir las pruebas de toxicidad in vitro y los modelos informáticos en las primeras fases de desarrollo del fármaco. Si se identifican tempranamente los compuestos inefectivos o tóxicos, estos no avanzarán a la fase preclínica de las pruebas con animales. Este es el objetivo del proyecto financiado por la Unión Europea PREDICT-IV . El objetivo de las entidades asociadas del proyecto fue representar tres órganos que son blanco de acción terapéutica: el hígado, el riñón y el sistema nervioso central. Para esto, los científicos optimizaron los sistemas celulares y emplearon una combinación de tecnologías «ómicas» con la cuantificación biocinética. Utilizaron tres modelos celulares representativos del hígado: los hepatocitos humanos primarios, hepatocitos de rata primarios y la línea celular HepaRG de hepatoma. Once compuestos bien caracterizados fueron probados y se compararon los resultados. Esto resultó en una correlación satisfactoria entre los resultados in vitro e in vivo, y en la identificación de diferentes biomarcadores posibles que resultan prometedores. Los miembros del equipo de trabajo utilizaron la línea celular tubular proximal normal sin transformar RPTEC/TERT1 humana para realizar pruebas renales predictivas in vitro. Gracias a las exhaustivas pruebas realizadas a diferentes compuestos farmacológicos, se obtuvo información muy valiosa sobre sus efectos farmacológicos y toxicológicos. Se utilizaron dos modelos neuronales —un modelo de ratón bidimensional y un modelo tridimensional de agregación de rata— para estudiar doce compuestos. Se utilizaron técnicas de reconocimiento de patrones para correlacionar los efectos neuroactivos y la toxicidad. El gran avance de los investigadores fue el desarrollo y la optimización del sistema in vitro de la barrera hematoencefálica para estudios de toxicidad por dosis continuada. En resumen, a través de las actividades del proyecto se recabaron grandes cantidades de datos biológicos por la caracterización de las tecnologías «ómicas» y los modelos biocinéticos. Estos conjuntos de datos permiten saber cuáles son las concentraciones de fármacos inocuas y tóxicas para las personas, lo que significa un importante ahorro de tiempo y dinero. Si se implementan definitivamente en la evaluación de la seguridad de los fármacos para los seres humanos, será posible utilizar menos pruebas experimentales con animales, y cumplir así con la legislación REACH de la Unión Europea. La aplicación de estos conocimientos al desarrollo de fármacos será beneficiosa para las empresas farmacéuticas y los pacientes.
Palabras clave
Pruebas con animales, desarrollo de fármacos, pruebas de toxicidad, efecto adverso, respuesta a la dosis, toxicidad in vitro, modelo informático, compuestos tóxicos, tecnologías «ómicas», cuantificación biocinética, barrera hematoencefálica, toxicidad