Protección ecológico frente a los elementos
Generalmente se aplican recubrimientos protectores con el fin de evitar el contacto con la humedad y el oxígeno, pero ahora se sabe que muchos compuestos presentes en ellos presentan riesgos para el medio ambiente y la salud pública. Distintos compuestos peligrosos que se utilizan en los recubrimientos anticorrosión van a quedar obsoletos debido a normativas más estrictas, pero se carece de alternativas que los sustituyan. Como respuesta a la necesidad urgente de obtener una protección ecológica frente a la corrosión, un grupo de científicos inició el proyecto STEELCOAT(se abrirá en una nueva ventana). Así, crearon recubrimientos anticorrosión ecológicos para proteger el acero empleando nanopartículas inocuas para el medio ambiente y polímeros conductores. Algunos recubrimientos tienen una base de disolventes, un alto contenido en sólidos y concentraciones bajas de compuestos orgánicos volátiles peligrosos. Otros son acuosos. Los frutos de STEELCOAT tendrán una repercusión muy extensa, puesto que el acero, por gran resistencia y durabilidad, es un material de construcción muy importante, tanto históricamente como de cara al futuro. La corrosión del acero es un fenómeno problemático en la infraestructura de transporte, en los vehículos de transporte, en las redes de suministro de distintos servicios y en la infraestructura energética. Las pérdidas económicas en estos sectores debidas a la corrosión del acero son cuantiosas y, a la vista de la inquietud medioambiental que suscitan los actuales recubrimientos, probablemente aumenten si no se da con alternativas adecuadas. Los nuevos recubrimientos ecológicos para el acero incrementarán la competitividad del sector del acero y contribuirán a proteger las infraestructuras y la salud pública.