Sentar las bases hacia un futuro sostenible
El cambio climático, el acceso al agua, el agotamiento de los materiales no renovables, la pérdida de biodiversidad y muchos otros temas nos obligan a desarrollar políticas y prácticas distintas. La predicción más precisa sobre el futuro es que será radicalmente diferente al presente. De hecho, el pasado no debe utilizarse como una guía para llegar a estilos de vida más sostenibles. El objetivo del proyecto financiado por la UE «Creating innovative sustainability pathways» (http://www.crisp-futures.eu/display/CRISPSITE/Welcome to CRISP! (CRISP)) fue esbozar posibles estilos de vida futuros y luego definir vías de sostenibilidad innovadoras para llegar a esos estilos. Sus principales herramientas fueron el desarrollo de escenarios, el backcasting (o retrospección desde el futuro) y el desarrollo de vías de transición hacia esos futuros. Los miembros del equipo emplearon un enfoque de abajo hacia arriba, incluyendo debates, intercambios y deliberaciones sobre muchos aspectos diferentes con otras partes interesadas, a fin de desarrollar vías de transición factibles para avanzar hacia el futuro. Los miembros de CRISP procedían de varios países de Europa: Grecia, Hungría, Lituania, Países Bajos, Noruega y Reino Unido. CRISP organizó varios talleres en todos los países socios, reuniendo a estudiantes para indagar en sus opiniones acerca de dichos futuros sostenibles bajos en emisiones de carbono. Las opiniones y las ideas que los sustentan se concatenaron para conformar tres visiones finales globales. One Ethical World es una visión en la que existen cadenas de suministro globalizadas, los valores globales se interpretan a escala local y se prevén una gobernanza y atención sanitaria mundial. El comercio justo desplaza al libre comercio y la equidad social se difunde en el seno de las sociedades. La visión Local Community presenta una fuerte identidad regional con producción y consumo locales y bien establecidos. Descentralización, alimentación vegetariana, cohesión social, responsabilidad individual y consumo colaborativo son las principales características de una comunidad sostenible. En la visión i-Tech, la tecnología y la innovación son los motores principales. El mundo se convierte en un lugar muy competitivo donde el riesgo se sustituye por máquinas inteligentes. Alimentos funcionales, energías renovables y una movilidad eficiente de alta tecnología dominan el panorama. Estas visiones fueron proyectadas como los puntos finales de un proceso de backcasting y de desarrollo de vías de transición en colaboración con expertos que se centraron en la movilidad, la energía doméstica y los alimentos. Las vías definitivas fueron investigadas en atención a su viabilidad y conveniencia, entrevistando a expertos y administrando cuestionarios.
Palabras clave
Futuro sostenible, Europa baja en carbono, vías de sostenibilidad, backcasting, retrospección desde el futuro, vía de transición