Ciencia astrofísica coordinada
La física de astropartículas, de la que participan distintas disciplinas como la física de partículas y la cosmología, es un ámbito de la ciencia que trata sobre la estructura del Universo en sus escalas más pequeñas y grandes. De unos años a esta parte, los progresos tecnológicos han dado cuantiosos frutos en esta disciplina, entre ellos los telescopios de rayos gamma de alta energía. Estos dispositivos permiten observar rayos cósmicos de muy alta energía y contribuyen a la ejecución de experimentos directos sobre la materia oscura. Los progresos en torno a los telescopios de neutrinos y las antenas de onda gravitacional ofrecerán sin duda nuevas aportaciones a este campo. Si bien hasta hace unos años aún era posible para pequeños equipos dotados de financiación a nivel nacional completar trabajos pioneros en este ámbito, ahora resulta necesario contar con la participación de equipos científicos pertenecientes a varias disciplinas. Además, se precisan plataformas de tal tamaño y complejidad que su coste asciende a decenas e incluso cientos de millones de euros, por lo que la inversión necesaria hace imprescindible la cooperación internacional. El proyecto financiado con fondos europeos «Deepening and broadening of astroparticle physics European coordination» (ASPERA-2) facilitó la cooperación entre países europeos en esta rama científica. Además se basó en los resultados de una iniciativa anterior, ASPERA, mediante la que se creó un Espacio Europeo de Investigación (EEI) dedicado a la física de astropartículas. ASPERA-2 ha aumentado la cooperación al respecto para incluir a veinticuatro agencias nacionales de diecisiete países que suman dos mil quinientos investigadores repartidos en cincuenta laboratorios. Este acercamiento les permite aunar recursos y crear iniciativas conjuntas con miras más altas. El proyecto también se ocupó de aplicar la investigación de la física de astropartículas a las ciencias medioambientales y de aumentar la participación de socios industriales que encontraran aplicaciones prácticas a sus resultados. Europa se ha situado a la cabeza de la física de astropartículas desde sus albores y ASPERA-2 ha contribuido a mantener e incluso mejorar su posición.