Moléculas especiales para unir recubrimientos al plástico
Si bien los plásticos están muy presentes en gran cantidad de dispositivos, su baja resistencia al rayado en comparación con los metales y el vidrio obstaculiza ciertas aplicaciones prometedoras en las industrias de la automoción, la construcción y la fabricación de muebles. La resolución de estas trabas permitiría reducir enormemente el peso y los costes de una amplia gama de productos. Distintas tecnologías se han propuesto para solventar este reto, pero ninguna lo ha logrado. Una solución podría estar en recubrimientos nuevos basados en moléculas autoensambladas (SAM) que se adhieren adecuadamente a polímeros no reactivos sin llegar a alterar su apariencia. Los científicos del proyecto financiado con fondos europeos NANOSCRATCH aplicaron un proceso de oxidación previo al recubrimiento para activar la superficie de los polímeros a recubrir. La funcionalización química mediante SAM facilitó las uniones de esta naturaleza entre la superficie de los plásticos y nanopartículas dispersas en un medio acuoso codepositadas con las SAM. Esta tecnología se ajustó a distintos polímeros de uso generalizado. El equipo estudió varios protocolos y agentes de oxidación y distintas SAM en combinación con reactivos y solventes en función de varias condiciones de aplicación y secado. Los socios de NANOSCRATCH lograron mejorar considerablemente la resistencia a arañazos en polímeros de uso generalizado y ahorros considerables a escala industrial. Su deposición por medios respetuosos con el medio ambiente y el empleo de una guía de buenas prácticas podría lograr que estos plásticos comunes tuvieran cabida en ámbitos como el de la automoción y la electrónica.