Bayas para la lucha contra la enfermedad de Alzheimer
La EA es el trastorno neurodegenerativo más común relacionado con la edad, que afecta a casi una de cada diez personas mayores de sesenta y cinco años de edad. Aunque se desconoce el mecanismo preciso de la enfermedad, estudios epidemiológicos sugieren que el consumo de al menos tres vasos de zumo de frutas o verduras por semana podría reducir a la mitad el riesgo de desarrollar la EA. Los científicos que participan en el estudio 'Bioactive compounds from blackcurrant processing waste for brain health' (BRAINHEALTHFOOD), financiado con fondos comunitarios, deseaban utilizar esta información y desarrollar alimentos y zumos que puedan prevenir la aparición de la EA. El objetivo principal era identificar y determinar, a través de la química, la metabolómica y la neurología, las fracciones más neuroprotectoras de extractos obtenidos del procesamiento de la grosella negra. Su investigación fue posteriormente respaldada por los indicios experimentales que indican que el extracto de grosella rico en antocianina posee actividad neuroprotectora al eliminar la producción de radicales libres, como las especies reactivas de oxígeno (ROS). Además, se demostró que los polifenoles inhiben directamente la acumulación de amiloide beta, el factor causante de la enfermedad. En colaboración con pequeñas y medianas empresas (PYME), se han desarrollado varios zumos de bayas y frutas, así como complementos dietéticos, que contenían diferentes cantidades de extractos neuroprotectores. También se añadió extracto de zumo de grosella negra en yogures bebibles sin perjudicar a su sabor. Se identificaron los principales compuestos bioactivos de la grosella negra y se determinó su actividad neuroprotectora in vitro. Entre las que han sido evaluadas, la quercetina y las antocianinas presentan el mayor efecto neuroprotector. Esto se debió, en gran medida, a la protección del cerebro contra el estrés oxidativo y los eventos bioquímicos implicados en la inflamación observados en la EA. Al alimentar a ratones propensos a desarrollar la EA con estos extractos, se observó un efecto beneficioso que coincide con los informes clínicos publicados. Los socios del proyecto realizaron un ensayo clínico aleatorizado para determinar la biodisponibilidad y respuestas glucémicas después del consumo de 300 ml de zumo de grosella negra enriquecida con polifenoles. Descubrieron que la grosella negra con polifenol puede modular los niveles de glucosa e insulina en sangre, uno de los principales factores de riesgo implicados en el desarrollo de la EA. Ante los escasos métodos médicos que existen para retrasar la aparición o retardar la progresión de la EA, los complementos dietéticos y los zumos de BRAINHEALTHFOOD constituyen una alternativa neuroprotectora prometedora. La pronta salida de estos productos alimenticios al mercado puede mejorar las estadísticas desalentadoras sobre las enfermedades neurodegenerativas entre la población de edad avanzada.
