Lectura de contadores inteligentes, eficientes y flexibles
En el último lustro se han instalado en Europa 53 millones de contadores eléctricos automáticos. Estos dispositivos facilitan a los abonados información en tiempo real sobre su consumo energético y pueden, así, ayudarles a reducir la cantidad de electricidad usada y, por consiguiente, abaratar sus facturas en hasta un 15 %. Esos contadores automáticos ayudan también a las empresas de suministro a realizar lecturas y facturaciones periódicas y más precisas y también a reducir la cantidad de despilfarro en el conjunto de sus redes. No obstante, los sistemas contadores actuales funcionan con energía recibida de la red eléctrica y comunican los datos de consumo desde cada vivienda a la empresa de servicio a través del tendido eléctrico. En consecuencia, no pueden aplicarse directamente a otras redes como las de suministro de agua y gas. El proyecto financiado con fondos europeos 'Ultra-low power wireless sensor network for metering applications' (SYNCSEN) ideó un tipo nuevo de lectura a distancia de contadores que puede adaptarse a cualquier red de suministro. Este dispositivo nuevo se fundamenta en una tecnología inalámbrica basada en M-bus que transmite los datos de lectura a un centro de datos. Los nodos inalámbricos de SYNCSEN funcionan con una batería y tienen un consumo energético extremadamente bajo, inferior a 400 000 miliamperios/hora al año, por lo que duran diez años, lo cual equivale a la vida útil del propio contador. Este consumo energético tan bajo se consiguió gracias a una sincronización externa por medio de relojes radiocontrolados, técnicas novedosas de enrutamiento conjunto y mecanismos de programación de redes. Las tecnologías de SYNCSEN ayudan a reducir el consumo de energía y agua, de modo que pueden ayudar a impulsar la eficiencia y a generar beneficios medioambientales considerables. La demanda de contadores inteligentes registra un incremento constante, por lo que el mercado potencial para estos dispositivos es inmenso. Por ello, los fabricantes tienen ante sí perspectivas económicas muy valiosas, dado que actualmente se utilizan en todo el mundo más de 2 800 millones de contadores, 500 millones de estos sólo en Europa.
